La visita al Coliseum Alfonso Pérez marca el inicio de la cuesta de enero para el Real Madrid. Los blancos, que cerraron 2019 con el mal sabor de boca del empate concedido ante el Athletic que permitió al Barça abrir una brecha de dos puntos en la cima de la Liga, necesitan recuperar pegada para comenzar con buen pie el nuevo año y viajar con la moral reforzada a Arabia Saudí, donde a partir del miércoles pelearán por el primer título en liza de este decenio. Tras marcar sólo un tanto en sus tres últimos partidos, buscan pólvora como regalo anticipado de Reyes frente a un Getafe que vuelve a exhibir músculo pese al tropiezo en La Cerámica que le impidió tomarse las uvas en zona Champions.

Enlaza el Real Madrid tres citas sin cantar victoria pese a haberse mostrado superior a rivales del calibre de Valencia, Barcelona y Athletic, a los que asedió con cartuchos de fogueo. Diecinueve remates contra el equipo blanquinegro, diecisiete frente al conjunto azulgrana y veinte ante los leones, pero únicamente Benzema pudo anotarse una muesca para firmar tablas en Mestalla de forma agónica. Con toda la artillería disponible sobre el verde, tuvo que ser Courtois quien precipitase la acción que desembocaría en la diana del lionés subiendo a rematar un córner cuando el descuento expiraba.

Las cinco jornadas de sequía ofensiva que acumula en lo que va de Liga refrendan las dificultades que tiene el Real Madrid para convertir el caudal de oportunidades que genera un equipo que se ha solidificado atrás y trenza con solvencia pero al que se le sigue nublando la vista cuando atisba el marco rival, por mucho que Zinedine Zidane se empeñe en restarles importancia. «No creo que sea un problema. Hay partidos en los que haces ocasiones y no las concretas y eso es lo que nos ha pasado en los dos últimos», indicó este viernes el preparador.

Lograr que su equipo se reconcilie con el gol no será el único desafío que afrontará Zidane en el estadio azulón. Encarará también el reto de revertir la mala dinámica que arrastra el Real Madrid con los cambios de año: sólo ha ganado uno de los últimos cinco partidos de Liga que ha disputado tras las campanadas, ante el Granada en 2017, y su triunfo más reciente a domicilio en este tipo de envites se remonta al 3 de enero 2011, precisamente en el Coliseum y con José Mourinho en el banquillo.

Aunque el mes de enero se presenta de lo más exigente, con una Supercopa que seduce especialmente por su proyección internacional y la oportunidad que brinda al Real Madrid de llevar un trofeo a sus vitrinas tras un año en blanco, además del estreno en esa Copa del Rey que es la única competición que se le resiste a Zidane, la Liga es el gran objetivo del técnico, por lo que no se guardará demasiadas cartas en el Coliseum.

El francés sólo tiene las bajas por lesión de Asensio y Hazard, a las que se suma la de Sergio Ramos por sanción. La ausencia del camero supondrá una prueba de fuego para Militao como acompañante de Varane en el eje de una zaga en cuyo costado izquierdo se mantendrá Mendy dado que Marcelo, recuperado de su lesión, no entró en la convocatoria al igual que James y Lucas Vázquez, también cogiendo ritmo ambos tras dejar la enfermería. Al centro del campo retornará Casemiro después de su descanso obligado por acumulación de amarillas ante el Athletic, mientras que Bale podría tener una nueva oportunidad de redención arriba. Al galés, que apenas lleva dos goles esta temporada, no se le da nada mal la escuadra azulona, a la que ha hecho cinco dianas en siete partidos, por las ocho en 16 encuentros de Benzema.

Tras estrenar 2018 con derrota ante el Atlético (2-0) e inaugurar 2019 hincando también la rodilla ante el Barça (1-2), el Getafe abre de nuevo año contra un coloso al que no vence desde el 26 de agosto de 2012 y frente al que sucumbió diez veces de forma consecutiva hasta el empate sin goles que amarró en la trigésimo cuarta jornada de la pasada campaña.