Selección española

La noche más extraña de Robert Moreno termina en espantada

El seleccionador español dirigió el España-Rumanía en plena vorágine por el posible regreso de Luis Enrique y no compareció ante los medios tras el partido.

El seleccionador de España Robert Moreno
El seleccionador de España Robert Moreno
EFE/Rodrigo Jiménez

El duelo entre España y Rumanía tenía un protagonista claro, y no estaba en el campo. La espada de Damocles pendía sobre Robert Moreno desde que una hora antes del partido, 'El Partidazo de COPE' informase del regreso de Luis Enrique al banquillo de la selección española. A pesar de ello, o precisamente debido a lo extraño de la situación en la fría noche madrileña, el técnico catalán se mostró más activo que nunca, pues abandonó rápidamente, nada más comenzar el partido, su banquillo y permaneció en su área técnica durante prácticamente la totalidad de la primera parte, a ratos sin dejar de dar instrucciones a sus futbolistas y a otros pensativo, con las manos en los bolsillos.

Robert Moreno celebró con efusividad los goles de España, especialmente el segundo, obra de Gerard Moreno. El técnico de Hospitalet apretó los puños y dibujó una sonrisa ante el primero de los tantos del delantero del Villarreal, que al final del partido mostró su apoyo al seleccionador: "Estamos con él y con todo el staff pero no podemos decidir nada, nosotros a entrenar". Pese a lo abultado del 4-0 con el que se llegó al descanso, el técnico salió de vestuarios con la misma actitud de corregir errores en sus jugadores y estar muy encima de lo que ocurría sobre el verde del Metropolitano, aunque la dinámica de la segunda parte, con un duelo resuelto, le hizo refugiarse de las bajas temperaturas en su banquillo.

Tras saludar al seleccionador rumano, Cosmin Contra, después del pitido final, Robert Moreno enfiló el camino de los vestuarios y evitó comparecer ante los medios, en una clara muestra de que pese a la ausencia de oficialidad, su etapa al frente del banquillo español llega a su fin, y de que las extrañas formas de este final no parecen haberle sentado del todo bien. El técnico catalán llegó incluso a despedirse de sus jugadores entre lágrimas en la intimidad del vestuario.

Su futuro como seleccionador pende de un hilo, pero si el de ayer tuvo que ser su último partido en el cargo, Robert Moreno se irá con la tranquilidad de haber metido a España en la Eurocopa con solvencia, logrando además ser cabeza de serie para el sorteo del torneo y sin conocer la derrota en sus ocho meses al frente de la selección. Será además el primer entrenador que deja de serlo después de endosar una manita a su rival.

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