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Todas las manos en el área, incluso las involuntarias: penalti (con escasas salvedades)

Los árbitros tendrán menos exigencia interpretativa en décimas de segundo. El riesgo de cometer penas máximas aumentará exponencialmente.

Mano involuntaria de Vezo, defensor del Valencia, en el Bernabéu. Este año no fue considerada penalti. A partir del 1 de julio, lo será.
Mano involuntaria de Vezo, defensor del Valencia, en el Bernabéu. Este año no fue considerada penalti. A partir del 1 de julio, lo será.
LFP/HA

Dentro de las modificaciones del reglamento del fútbol propugnadas por la International Football Association Board (IFAB) y que comenzarán a aplicarse a partir de 1 de julio, con el inicio oficial de la nueva temporada (la 2019-20), la que hace referencia a las manos, tanto fuera como dentro del área, y a los criterios para pitar la pena máxima, que es el penalti, es la más llamativa por su importancia en el discurrir del juego y en la definición de muchos marcadores finales a lo largo de una campaña futbolística. 

De entrada, puede anunciarse que las manos de los defensores en el área serán, casi todas, consideradas penalti. Incluso las involuntarias. Ahí está la miga de la novedad. Las excepciones, que ya han regido en el año que concluye, serán escasas y fáciles de discernir.

Obviamente, con este preámbulo, queda claro que el afán de la remodelación del criterio es facilitar el arbitraje. Dejar poco espacio a la interpretación del juez en breves décimas de segundo.

En la circular emitida por la Liga de Fútbol Profesional, se explica con nitidez este nuevo modelo de considerar las manos por parte de los árbitros. "Independientemente de que una mano no sea voluntaria, será sancionable cualquier impacto accidental que se produzca entre el balón y la mano o el brazo, bien se encuentren la mano y el brazo situados por encima de los hombros, bien se encuentren separados del cuerpo de manera antinatural ocupando un mayor espacio", indica el documento. 

Hay más detalles a considerar, estos respecto de las manos en los casos de los atacantes: "Por otro lado, si se marca gol o se gana la posesión o el control del balón para marcar o generar una ocasión de gol, será sancionado cualquier impacto con la mano o el brazo del atacante, independientemente de la voluntariedad, la accidentalidad o la posición de estos", se reseña.

En este punto, se abre un espacio aclaratorio, debidamente valorado: "Aquí se establece una clara diferencia entre las manos de los defensores (sujetas a la ubicación y ocupación espacial de la mano o el brazo) y las de los atacantes cuando generen un gol o una posible ocasión de gol (en este caso, serán sancionadas todas). Es un importante cambio en el espíritu de la regla XII", dice la comunicación oficial de la LFP.

Y ahí surge el recuerdo de las excepciones, las salvedades en el caso de los defensores, que se contemplan como los únicos comodines que evitarán que, tras una mano, se pite falta o penalti: "No serán sancionados los impactos del balón con la mano o el brazo que se produzcan en defensa tras un rebote en el propio cuerpo del jugador o en el cuerpo de un jugador cercano (de su equipo o adversario), así como los que se originen tras una caída del jugador y el balón contacte con la mano o el brazo situado entre el cuerpo y el punto de apoyo en el suelo (si el jugador utiliza la mano o el brazo como algo más que un apoyo, cubriendo un espacio excesivo, ya no estaría dentro de este tipo conceptual permitido), refiere la norma, en dos eximentes que ya han regido durante a temporada que concluye. 

Así pues, el cuidado que han de tener los futbolistas que defiendan su área ha de extremarse en lo sucesivo. El espectro de manos que serán consideradas penalti aumenta. Ahora, lo serán también las involuntarias. Un caso que, por otra parte, es el que más veces se repite según las estadísticas. 

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