Selección femenina

El fútbol femenino se reivindica en el Mundial de Francia

Cuatro años después de la amarga experiencia del histórico debut en Canadá, el panorama de la selección española se presenta diferente y más esperanzador. Dos aragonesas figuran en las filas de la Roja.

-Las jugadoras de la selección española de fútbol durante la sesión vespertina que han realizado en la ciudad francesa de Deauville
-Las jugadoras de la selección española de fútbol durante la sesión vespertina que han realizado en la ciudad francesa de Deauville
EFE/ Juan Carlos Cárdenas

La selección española femenina de fútbol está ya velando armas para debutar este próximo sábado ante Sudáfrica en el Mundial de Francia, el segundo de su historia y que espera aprovechar para confirmar su crecimiento dentro de la eclosión del fútbol femenino en España. En el combinado nacional figuran dos aragonesas: Mapi León y Silvia Meseguer. La zaragozana y la hijarana representarán a España en el Mundial tras completar con el Barcelona y el Atlético de Madrid otra temporada sobresaliente y llena de éxitos.

El Mundial le llega coincidiendo con el crecimiento exponencial y a pasos agigantados del fútbol femenino español y después de que el año pasado se viviese grandes éxitos en las categorías inferiores con la conquista del Mundial Sub-17 y la del Europeo Sub-19, además del subcampeonato en el Mundial Sub-20.

En este último, participaron las centrocampistas azulgranas Patricia Guijarro y Aitana Bonmatí, y la delantera del Athletic Club Lucía García, las cuales ya han dado el salto a la Absoluta y están en la lista de 23 elegidas por Jorge Vilda. España cumplió con creces en la fase de clasificación para Francia y sacó un impoluto billete con pleno de victorias.

Las alegrías de la base demuestran el buen trabajo que se está realizando para el crecimiento del fútbol femenino en España, un deporte que cuenta ya con más de 65.000 federadas, casi un ocho por ciento más que en 2017 y un 140 por ciento desde 2007, y que prevé apuntalar esta subida con la puesta en marcha del nuevo modelo de competición femenina que sustituirá a la Liga Iberdrola.

Pero aparte de estos éxitos de la base, los clubes españoles también ha demostrado que se ha tomado la buena senda. El FC Barcelona ya brilló el año pasado en la Liga de Campeones y ha dado el salto en esta temporada alcanzando una histórica final para el fútbol femenino nacional del máximo torneo continental donde volvió a la 'realidad' ante el todopoderoso Olympique Lyon francés (4-1), una auténtica selección mundial comandada por la noruega Ada Hegerberg, derrota que no empaña el que haya encontrado la senda para el futuro.

Otro factor que indica la evolución que vive este deporte en España es el aumento en las cifras de asistencia a estadios en partidos de la Liga Iberdrola y de la Copa de la Reina. Especial mención merecen las 48.121 personas que acudieron a San Mamés al duelo copero entre el Athletic y el Atlético, o el récord mundial registrado (60.739 espectadores) en el Wanda Metropolitano en el choque liguero entre el conjunto colchonero y el FC Barcelona.

Además, este año se dio un paso más con la final de la Copa de la Reina que disputaron Atlético de Madrid y Real Sociedad. Mediaset adquirió los derechos del encuentro y lo retransmitió en el principal canal de al cadena, cosechando unas audiencias históricas al alcanzar los 1,6 millones de espectadores (14,8% share) y siendo minuto de oro del día al rozan los 2,8 millones.

Todo ello influyó también a la hora de prestar atención a la selección española. Así, a finales de enero, en el Rico Pérez de Alicante, se registró un nuevo récord de asistencia con 9.182 espectadores, ayudada porque el rival era la todopoderosa y actual campeona del mundo Estados Unidos.

Todos estos datos no son vacíos, ya que el retorno más directo es la creación de referentes, así como la aparición cada vez más destacada de aficionados que se interesan por el fútbol femenino. Ahora las futbolistas son ídolos de muchos niños y niñas, que van tras los partidos a pedir sus autógrafos y a tomarse fotos con ellas.

Así, el Mundial de Francia llega en el momento perfecto dentro de la lucha del fútbol femenino español por conseguir más visibilidad y reconocimiento dentro del deporte español. Las futbolistas podrán centrarse en el fútbol durante uno de los mundiales más profesionalizados de la historia, para el que la FIFA prevé 1.000 millones de espectadores por televisión, con las 58.000 entradas de la final agotadas.

Será un escaparate mundial para las de Jorge Vilda, que tendrán la posibilidad de demostrar con rendimiento y resultados que este es el momento del fútbol femenino español y hacer así un gran papel o, al menos, no caer en los mismos errores que provocaron el batacazo que se sufrió en Canadá.

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