El Zaragoza, a romper el maleficio de Tarragona

El Real Zaragoza nunca ha ganado en el Nou Estadi en liga. Un triunfo estiraría la racha abriría de par en par las puertas de la esperanza

Toquero, en el amistoso disputado en agosto pasado en Tarragona.
Toquero, en el amistoso disputado en agosto pasado en Tarragona.
Daniel Marzo

Diez puntos capturados sobre 15 disputados reflejan aritméticamente la progresión del Real Zaragoza en la segunda vuelta de la competición. El año 2018 le ha devuelto la sonrisa a un Real Zaragoza que se ha alejado de la zona de peligro, que ya queda a cinco puntos, y comienza a mirar de reojo a una promoción cada vez menos quimérica: con 48 puntos por disputar, ocho son los puntos a recortar. Caso de mantener la proyección actual, la promoción no solo es posible, sino incluso probable. En este objetivo habrá que ir paso a paso, y el siguiente paso en el camino le conducirá hasta Tarragona, un campo especialmente adverso para el equipo del león rampante. El dato resulta tan negativo como estimulante: jamás ha ganado el Zaragoza en el Nou Estadi en partido de liga. Un triunfo este próximo sábado (20.30) estiraría la racha aragonesa en el año que acaba de nacer. Y acabaría con este maleficio secular...

En siete ocasiones se han careado el Nástic y el Real Zaragoza en Tarragona. Los puntos se quedaron en casa en cinco ocasiones, además de dos empates sin goles. De los siete encuentros en el Nou Estadi, solo uno fue en la Primera División. Concretamente, en el curso 2006-07, cuando el descendido Nástic de Paco Flores superó al Zaragoza de Víctor Fernández (1-0). El equipo aragonés había comenzado muy bien la temporada. Este marcador, sobre todo el pobre fútbol desarrollado, evidenciaron el declive de un Zaragoza que finalmente se acabaría agarrando a Europa gracias a un gol de Diego Milito en Huelva.

El resto de citas se han desarrollado en la Segunda División A. Tres de estos partidos se han jugado en el siglo XXI, con una victoria y dos empates como saldo. El triunfo catalán sucedió en el curso 2015-16. Este marcador supuso la destitución de Ranko Popovic. Las dos igualadas acaecieron en las campañas 2008-09 y 2016-17.

Los otros marcadores pertenecen a un pretérito muy anterior. Hace tanto tiempo que el Nástic no se llamaba Nástic, sino Club Gimnástico. Ni se había construido La Romareda… En Tarragona venció el Gimnástico por 1-0 en la temporada 1950-51. Rebobinando incluso más atrás, en plena crisis del Zaragoza, el equipo catalán goleó en los ejercicios ligueros 1946-47 (4-1) y en la 1945-46 (6-0).

Si en la competición de la regularidad el Zaragoza no ha vencido jamás en Tarragona, en la Copa del Rey sí venció en una ocasión el conjunto aragonés. Acaeció en la primera Copa del Rey, la de 1977 (la de 1976 se denominó como Copa del Generalísimo porque con ese nombre se inició en septiembre de 1975). En esa edición, concluida con el triunfo del Betis sobre el Athletic de Bilbao, la final más larga en la historia de la Copa (hubo que lanzar 20 penaltis para romper el empate, hasta que Esnaola le paró el penalti a Iríbar), el Zaragoza venció en Tarragona por 0-2. Hubo otra eliminatoria copera, pero la ganó el Nástic. Fue en el certamen de 2004-05. El Zaragoza defendió el título conquistado en Montjuich ante el Real Madrid (3-2), el Galacticazo (con adecuada mayúscula). En la primera ronda, el equipo aragonés cayó por 2-1 en el Nou Estadi.

Decepciones ligueras y coperas al margen, el Zaragoza tiene ante sí una magnífica oportunidad este sábado. La ocasión la ilumina el renacer zaragocista ante un Nástic que este año no está fino en casa. Paradójicamente, de los 32 puntos que ha sumado el cuadro catalán, solo 11 los ha producido como local. Por tanto, son las seis victorias y los tres empates logrados a domicilio los que sostienen al Nástic en el decimoquinto puesto en la tabla. El Zaragoza, curiosamente, presenta los datos opuestos: ha sumado tantos puntos en casa como el Nástic fuera (21). El sábado pretende engordar la cuenta a domicilio, que hasta ahora asciende a 13. Romper el maleficio en Tarragona significa abrir la puerta a una esperanza cada vez más cercana.

En el encuentro de ida, hubo empate en La Romareda (1-1), pese a que el conjunto de Natxo sufrió un arbitraje sibilino. Tan mal lo hizo el árbitro, que Borja Iglesias fue expulsado y luego no sufrió sanción... Antes, en agosto, Nástic y Zaragoza se habían encontrado en el Nou Estadi. Ganó el Nástic (2-1). Lo dicho, que ni los amistosos gana el Zaragoza en Tarragona... Pero eso fue antes de 2018. El nuevo año todo lo ha cambiado en el Zaragoza, que ahora se atreve a ganar en un terreno históricamente tan adverso como el campo del Nástic.

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