Un derbi de altos vuelos

SD Huesca y Real Zaragoza se retan en El Alcoraz (21.00) en un partido entre aspirantes al vagón de cabeza de la Segunda División.

Cucho Hernández celebra un gol.
Cucho Hernández celebra un gol.
R. Gobantes

Por primera vez en mucho tiempo, posiblemente por primera vez, cabe hablar de un derbi aragonés en el que sus protagonistas comparten tallaje y tonelaje. Siempre puso la historia, la dimensión social, el contenido de las vitrinas, el músculo económico y los nombres y apellidos de sus futbolistas al Real Zaragoza en un rango más elevado que al Huesca. Muchos de estos aspectos, de hecho, permanecen inalterables y sitúan al equipo de La Romareda en un plano de indudable ascendencia sobre su vecino oscense. Por aquí apenas se permiten debates. Sin embargo, bajando al césped, al terreno deportivo, al fútbol que se juega hoy con un balón y once futbolistas, las jerarquías aparecen menos definidas que nunca: la competición ha igualado a Huesca y Real Zaragoza e introduce el partido de esta noche en El Alcoraz (21.00/Gol) en el territorio de la incertidumbre y los pronósticos vacilantes. Nunca un derbi, durante estos años de purgatorio zaragocista en Segunda División, se configuró con dos contendientes tan nivelados, tanto que ambos conjuntos poseen en su listado de objetivos parecidas aspiraciones: introducirse en el vagón de la nobleza de la categoría y batallar el ascenso a Primera División.

Sobre estas coordenadas previas, se apoya un encuentro en el que la trayectoria de ambos equipos en la temporada impide prefijar favoritismos o ventajas. Ni Zaragoza ni Huesca pueden mirarse respectivamente sobre los hombros de cada uno. Si acaso, son los azulgrana quienes estiran algo más el cuerpo y se posicionan en la cita de hoy con un ligero aroma de favorito. La tabla eleva a los oscenses sobre los zaragozanos, pero las líneas clasificatorias en Segunda son difusas e imprevisibles. Ambos equipos comparten una dinámica positiva: siete partidos invictos, aunque el Huesca ha sumado en este tramo 15 puntos por los 11 del Zaragoza. Esto le permite la oportunidad de asaltar las posiciones de ascenso directo y el coliderato con una victoria esta noche. Sin embargo, el Zaragoza no está lejos: un triunfo de la escuadra de Natxo González le engancharía de pleno al grupo de aspirantes en el que se encuentra el Huesca, a solo dos puntos de ellos y a solo tres de las plazas de promoción. Estamos, pues, ante un derbi de altos vuelos.

El Huesca nunca ha ganado en Segunda al Zaragoza y ese fantasma renace de cuando en cuando en el momento en el que los blanquillos se le ponen enfrente. Cuenta a su favor el equipo de Rubi con la poderosa confianza que le concede El Alcoraz, donde no ha perdido desde el pasado mes de febrero, precisamente, contra el Zaragoza. Al conjunto de Natxo González, por su parte, tampoco le tiemblan las piernas con los viajes. La temporada está dejando su mejores versiones en las citas como visitante, en las que el Zaragoza incrementa su intimidación, gana profundidad y mejora su claridad y volumen ofensivos.

Ambos equipos propugnan un juego de posesión, con matices posicionales que presentan al Zaragoza como un equipo construido para jugar por dentro y al Huesca como un colectivo de mayor amplitud y fútbol exterior. Habrá unos cuantos jugadores sobre los que prestar atención: la frescura goleadora de Borja y Cucho, la silenciosa llegada al área de Melero y Toquero, los regates endiablados de Febas y Vadillo…

Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ cuenta con toda su plantilla disponible, excepto los lesionados de larga duración. Una de las principales novedades puede estar en el centro del campo oscense, con el regreso de Juan Aguilera. El madrileño, tres semanas después de haber sido operado de un dedo en la mano derecha, ha trabajado al mismo ritmo que sus compañeros durante toda la semana. Y, aunque debería hacerlo con una férula que proteja la zona intervenida, el futbolista apunta a un once en el que también podría aparecer Rajko Brezancic. Bajo los palos del cuadro oscense formará un Álex Remiro que, tras encajar ocho goles en 12 jornadas, es ya uno de los guardametas menos goleados de la categoría.

La configuración de la alineación de Natxo González advierte de las dudas habituales en el técnico vitoriano, siempre pendiente del matiz, de la pincelada táctica o las características del rival a la hora de elegir a sus once futbolistas. Benito puede regresar al lateral derecho, del mismo modo que Ángel al izquierdo. Eguaras también se asoma y Vinicius puede ser el as en la manga de Natxo.

Tanto él como Rubi han evitado pistas durante una semana de predominio de trabajo a puerta cerrada. Los códigos del derbi, de este modo, se mantienen ocultos, guardados en un cofre que se abrirá esta noche en El Alcoraz durante un partido abierto a todo, como suelen ser este tipo de duelos: tensos, alternos y pasionales.

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