300 veces Alberto Berna

El técnico aragonés alcanza una cifra récord de partidos en su décima temporada al frente del Zaragoza Femenino. "El fútbol femenino evoluciona a pasos agigantados", asegura.

Alberto Berna en un entrenamiento reciente con el Zaragoza Femenino.
Alberto Berna en un entrenamiento reciente con el Zaragoza Femenino.
Zaragoza Femenino

Alberto Berna es historia viva del fútbol femenino aragonés. El preparador zaragozano cumplió este domingo 300 partidos al frente del Zaragoza Femenino o, lo que es lo mismo, diez temporadas ininterrumpidas como máximo responsable deportivo del proyecto.


No lo pudo festejar con una victoria (perdieron 4-0 ante el todopoderoso Athletic Club), pero el hito sigue siendo para celebrar en una trayectoria que no presenta mácula. Berna ha logrado en estas diez campañas un quinto puesto y dos sextos en Superliga Femenina, ha clasificado al equipo en cinco ocasiones para disputar la Copa de la Reina, disputando dos finales (ante el Espanyol y el Barcelona) y ha hecho debutar a más de 30 canteranas aragonesas en el primer equipo. "Esta es la décima temporada y ojalá pueda estar muchas más con el equipo en Primera", subraya el técnico.


"Cuando uno empieza no espera estar tantísimo tiempo en un sitio y más al máximo nivel donde la exigencia es total. Estoy orgulloso de llevar 300 partidos en este banquillo y sobre todo que hayan sido de esa manera tan satisfactoria, haciendo grandes temporadas y cumpliendo por encima de los objetivos marcados", reflexiona el entrenador. 


Sus inicios en el Zaragoza Femenino (fue Transportes Alcaine y Prainsa antes), estuvieron marcados por la incertidumbre. Berna llegaba sin experiencia en el fútbol femenino tras haber pasado por los banquillos masculinos del Maella, el Calatayud, el Huesca y el Alagón. "Recuerdo una llamada de David Magaña, nos pusimos en contacto y empezamos a hablar. Tuve que pasar una especie de entrevista de trabajo con la directiva en las oficinas del club. Era mi primer contacto con el fútbol femenino más allá de algún partido que había visto por la televisión", recuerda con cariño.


El arranque fue curioso. Berna comprobó rápido las carencias que tenía el fútbol femenino hace una década y se puso a trabajar. "Había mucho que aprender por parte de las jugadoras. El fútbol femenino ha cambiado mucho desde entonces y en aquel momento estaba todo muy verde. Las jugadoras no tenían casi experiencia. Empezamos con conceptos tácticos que ellas nunca habían trabajado como la defensa en zona, las permutas o los desdoblamientos. Fue gratificante porque las chicas eran unas esponjas y tenían unas ganas increíbles de aprender y progresar", comenta.


Por el camino en estas diez temporadas, 300 partidos en los que ha habido de todo: grandes victorias y dolorosas derrotas. Los dos más señalados y que Berna guarda con mayor cariño en su memoria son las finales de Copa de la Reina ante el Espanyol y el Barcelona. "Si te tienes que quedar con algo, te quedas con las dos finales de Copa. Pero no solo con la final, sino con toda la semana y las semifinales previas", explica Berna. "También recuerdo con gratitud los triunfos de visitante en Barcelona, Bilbao o Madrid y la salvación de hace dos temporadas en Mallorca ganando 0-1", agrega. ¿Lo peor? Como casi siempre en el fútbol, "las graves lesiones de alguna jugadora".

La evolución del club y de la Superliga femenina

A pesar de que comenzó con un absoluto desconocimiento del fútbol femenino, Alberto Berna es hoy uno de los entrenadores que mejor conoce los entresijos de la Superliga Femenina y sus categorías inferiores. La evolución del campeonato es constante y se encuentra en un punto clave para su explosión definitiva desde que esta temporada Iberdrola apoyara como patrocinador principal la Superliga y la Real Federación Española de Fútbol (RFEA) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) apostaran por el proyecto. "El fútbol femenino evoluciona a pasos agigantados y que nazca la Liga Iberdrola es el punto de inflexión. Va a ser el inicio de algo maravilloso y algo que veníamos buscando desde hace mucho tiempo. Esperemos que esta rueda ya no pare y la bola se haga cada vez más grande", afirma.


En este contexto de crecimiento global de la liga, el entrenador del Zaragoza Femenino se encuentra "encantado" de seguir al frente del equipo y saca pecho del crecimiento del club en este largo periodo. "Antes había solo dos equipos y ahora tenemos prácticamente el ciclo completo en todas las categorías", manifiesta. "Hemos impuesto una metodología de trabajo y un modelo de juego apostando por la cantera. En estas temporadas han debutado más de 30 jugadoras y muchas de ellas están jugando ahora en los equipos punteros de España o incluso en el extranjero. Llevamos 12 temporadas seguidas en Primera y somos uno de los equipos más veteranos en este aspecto", subraya con orgullo.


¿El futuro? Primero, descansar estas Navidades y después rematar los objetivos de esta importante temporada. "Hay que ser cautos y tranquilos. Pensar en otros 300 sería demasiado optimista por mi parte. El objetivo ahora es descansar en Navidades y disfrutar de lo bien que hemos hecho los deberes en estas primeras 14 jornadas (el Zaragoza Femenino es noveno con 12 puntos de margen con el descenso y a solo uno de la Copa de la Reina) y tratar, desde la ambición, de completar un buen final de campeonato", concluye el técnico tricentenario.

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