Lágrimas de rabia y alegría para Cristiano
La cara y la cruz de la final la vivió en carne propia el capitán de Portugal que abandonó el campo en camilla y llorando, pero que levantó la copa de la victoria.
El capitán de la selección portuguesa vivió en carne propia la cara y la cruz de la final de la Eurocopa ante Francia, que para él fue una montaña rusa de emociones.
El internacional portugués tuvo que abandonar el terreno de juego debido a un golpe en la rodilla en los primeros minutos del encuentro, después de un choque con el francés Dimitri Payet.
El delantero del Real Madrid fue sustituido por Quaresma en el minuto 25, saliendo en camilla y desolado. Cristiano recibió un fuerte golpe en su rodilla izquierda cuando aún no habían transcurrido 10 minutos de final en Saint-Denis.
Tras ser atendido y volver al terreno de juego, tuvo que parar el choque y pedir el cambio entre lágrimas de frustración al verse incapaz de seguir sobre el césped. El capitán de Portugal abandonó el terreno de juego con 0-0 en el marcador y con la desesperación de no poder ayudar a su equipo.
Tras pasar por el vestuario, en la segunda parte reapareció en el banquillo con rodillera y animando a sus compañeros. Finalmente la victoria de la selección lusa con el gol de Eder desató en el capitán un río de lágrimas.
