La violencia en el fútbol no es exclusiva de los grandes equipos y sus ultras más radicales. Prácticamente hay testimonios todos los fines de semana que lo confirman en las categorías inferiores de nuestro fútbol. Un árbitro durante un partido de primera regional en Valencia tuvo que huir de los aficionados que invadieron el campo.

En el minuto 89 del partido, el árbitro decidió finalizar el encuentro después de recibir una patada y varios insultos de algunos jugadores locales. En el vídeo se ve como el colegiado sale corriendo cuando varias personas también invaden el terreno de juego. Van tras él increpándole y amenazando con agredirle. En su huIda una botella impacta contra el suelo. La razón pudo ser, el no conceder tiempo añadido después de un gol del equipo visitante.

Entre insultos y zarandeos, cuatro técnicos logran escoltar al árbitro en su camino hasta el vestuario donde otro aficionado se le acerca, de forma fallida, para agredirle. En el acta del partido también se denuncia la pasividad con la que la Guardia Civil le responde tras los insultos de una mujer cuando se decidía a recoger su vehículo y marcharse a casa.