El partido de Segunda Regional entre el Pina y el Villamayor celebrado el pasado fin de semana se convirtió en motivo de vergüenza para el fútbol aragonés. Tal como publicó HERALDO, la árbitro, Alicia Martínez Mañero, tuvo que suspender el encuentro tras ser insultada con reiteración y precisar de asistencia médica.

La propia colegiada lo narra en el acta del encuentro: "Afectada por todo lo que estaba sucediendo, comencé a sentir cierta dificultad respiratoria, pero decido continuar el partido considerando que mi malestar va a ser pasajero". En el documento se recogen los insultos e improperios que tuvo que sufrir, como "¡Hija de p...!" o "¡Qué vergüenza, eres una sinvergüenza!". Comentario este último, que lanzó una aficionada del equipo visitante a escasos tres metros de la trencilla.

El anexo del acta va más allá. En él se detalla el conjunto de vejaciones que tuvo que soportar y que fueron pronunciados por los seguidores del Villamayor: "Tonta", "no tienes ni idea", "¡qué mala eres!", "hoy no tendrías que cobrar", "¿te han prometido en el vestuario el talonario, o qué?", "¡eres una sinvergüenza!", "¡vergüenza ajena!".

Para rizar el rizo, un individuo le deseó la muerte: "¡Ojalá te estampes con el coche y te mates, hija de p.!". La colegiada apunta en el acta el nombre y dorsal del supuesto protagonista de este último comentario.

La propia Alicia hizo una detallada crónica del malestar que experimentó y cómo fue socorrida: "Una vez en el vestuario y a raíz no solo de los duros comentarios, sino de las insinuaciones e injurias recibidas, me empiezo a encontrar mucho peor, me falta el aire para respirar, me fallan las piernas y noto un fuerte hormigueo en ambos brazos, siendo muy pronunciado en el izquierdo. La sensación es de que me voy a desplomar y me encuentro sola, por ello me aproximo a la puerta del vestuario para pedir auxilio y solicitar que, por favor, avisen a un médico".

"Dos señoras de Pina -relata la árbitra- se encargan de auxiliarme mientras llega el servicio médico. Me tumban en un banco y me tapan con sus abrigos porque, tanto dichas señoras como posteriormente el médico, coincidirán en que tengo una temperatura anormalmente fría. Cuando llega el médico, a los 15 minutos aproximadamente, me tumba en posición de seguridad y me administra un sedante para conseguir estabilizarme. Me da pautas para recuperar la normalidad respiratoria, ya que llevo alrededor de 30 minutos hiperventilando con hormigueo y temblores".

Alicia consiguió regresar a la normalidad después de 45 minutos: "Una vez recuperada, con el acta realizada y dispuesta a abandonar el vestuario,dos aficionadas de Pina me ofrecen quedarme en sus casas hasta que se me pasara el efecto del sedante". Además, "un jugador de Pina y el del delegado del Villamayor -que verbaliza disculpas en nombre de su club- se ofrecen para bajarme con mi coche hasta Zaragoza", indica.