El Celta pone a prueba el fortín del Pizjuán

La segunda semifinal de Copa deparará, a priori, un duelo igualado.

Los jugadores del Celta sobre el césped del Calderón.
Los jugadores del Celta sobre el césped del Calderón.
Afp photo

La segunda de las semifinales de la Copa del Rey deparará un duelo, a priori, igualado y espectacular. Acude una de las revelaciones, el Celta, a uno de los campos convertidos en fortín dentro del panorama nacional durante la primera parte de la presente temporada.


El Ramón Sánchez Pizjuán volverá a albergar una semifinal, la novena -entre Copa y UEFA- que ven los aficionados sevillistas en el siglo XXI. Un hito que esperan celebrar con la clasificación para la gran final una vez más.


Nadie en la capital de Andalucía quiere perderse esta nueva cita para la historia, una de tantas dentro del mágico sueño que vive un club que ya se ha acostumbrado a estos encuentros en la parte privilegiada del fútbol.


Empero, no lo pondrá fácil el equipo vigués, que ansía repetir la hazaña lograda hace 15 años, con el hoy entrenador Berizzo como jugador de campo. Por esos designios caprichosos del destino, en el año 2001 el Celta estuvo cerca de lograr alzar el título de campeón de Copa en tierras hispalenses. No en el campo de ahora rival, sino en el Estadio Olímpico de la Cartuja sevillana.


Una derrota ante el Zaragoza privó a los célticos de coronar su sala de trofeos con un gran título en el inicio del nuevo siglo. No fue tierra talismán la andaluza para los gallegos en aquella ocasión, aunque sí esperan, y desean, que la suerte haya cambiado.


De ahí que el ahora técnico celeste quiera quitarse esa espina que lleva clavada desde hace más de una década. "Queremos ganar, aunque somos conscientes de que las eliminatorias duran 180 minutos, como mínimo, y todo se resolverá en Vigo", aseveró el preparador argentino con su característico rostro serio, sabedor de lo que se juega una entidad que ha pasado por muchos apuros desde sus mágicos tiempos en los que se codeaba con lo mejor de Europa.


Una prueba de que en esta ocasión las tierras del Guadalquivir sí pueden ser talismanes para los intereses norteños es que fue el Celta el último equipo en ganar en feudo nervionense. Desde que los celestes consiguieran los tres puntos en la cuarta jornada del inicio de la Liga, ningún equipo ha conseguido hincar el diente en el difícil coliseo sevillista a excepción del Manchester City en la Liga de Campeones, ya olvidada.


En la competición del KO el Sevilla no ha recibido ningún tanto en sus tres eliminatorias anteriores, ni dentro ni fuera de casa, y lleva 16 tantos a favor. Tampoco los números son malos para los visitantes.


El Celta no ha perdido todavía ningún partido y su victoria a domicilio en otro campo reconvertido en fortín desde hace varias campañas, el Vicente Calderón, es un serio aviso a los sevillistas de que llegan sin ningún complejo unos hombres dispuestos a devolver a Vigo al centro del panorama del balompié español. Los primeros 90 minutos decidirán quién da el primer golpe.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión