Un niño de siete años no puede jugar en el equipo que desea. ¿El motivo? Su madre firmó una licencia federativa por dos años a favor de un club (el Miralbueno, en este caso) y el niño desea jugar ahora en otro club (el Amistad, en este caso). Procede la glosa ‘en este caso’, pues la situación no es particular, sino general. Varios clubes aragoneses impiden cambiar de equipo a menores de edad. Paradójicamente, dirigentes de varios de estos clubes, que han sido capaces de impedir jugar un año a un jugador (fueron públicos los casos de futbolistas en edad juvenil a los que se les negaba la baja para militar en la máxima categoría, la División de Honor Juvenil), incluso han sido luego reconocidos como dirigentes ejemplares.

El caso que nos ocupa afecta a un niño de siete años con ficha a favor del Miralbueno que desea jugar en el Amistad. Varios técnicos del Amistad, su coordinador y su presidente se pusieron en contacto mediante una carta con el suplemento ‘Afición’ para denunciar la situación. "El CD Miralbueno roba la ilusión a un niño", se titulaba la misiva. En la misma, se subrayaba el deseo de los técnicos del Amistad de que el niño vuelva a ser feliz jugando en el equipo que desea. "Lo único que quiero es jugar al fútbol y poder aprender para ser mejor jugador y persona", señalaba el jugador en la carta enviada por el Amistad. "El Miralbueno va a arruinar durante quizás un año la vida de este niño de siete años", destacaba el relato del Amistad.

El Miralbueno también ha enviado otra carta a ‘Afición’. Allí se indica: "La UD Amistad acosa y decide que su objetivo es fichar, cueste lo que cueste, a los niños que destacan en otros clubes, con llamadas continuas por teléfono, visitas a la familia, promesas de triunfo deportivo... Pero luego, ni se dignan en llamar al club de su víctima para dar la cara".

Este caso concreto no es aislado. Hay más. Muchos más. Igual que las formas de actuar, de solicitar las bajas, de educar al futbolista, son diferentes, los comportamientos de los clubes también difieren. Desde la Federación Aragonesa de Fútbol (FAF), su presidente, Óscar Fle, es conocedor del caso. "Se trata de un niño de siete años que ha firmado con el Amistad careciendo de la baja del Miralbueno, club por el que firmó (también rubricó la licencia su madre) la temporada pasada. A efectos federativos, se trata de un futbolista con licencia a favor del Miralbueno", afirmó ayer a HERALDO Óscar Fle.

El mismo presidente de la FAF detalló cómo fue elaborada la reglamentación que rige en la Territorial Aragonesa relativa a licencias federativas. "En una reunión con los clubes, se planteó la situación, y por mayoría los clubes decidieron que un jugador pudiera firmar por uno o por más años por un club determinado. No puedo precisar en este momento si el Amistad votó en esa reunión a favor de que los jugadores firmen uno o más años; pero, desde luego, el Amistad es conocedor de la normativa vigente, pues es igual para todos los clubes", advirtió Óscar Fle.

"Hasta la FAF nos ha llegado un escrito del Amistad, una carta de un abogado, además de una carta del Justicia. Entiendo a todas las partes, pero también considero que tiene que haber cierta protección hacia los clubes más modestos", continuó Fle.

No obstante, Fle también valoró una posible resolución del asunto. "Si el caso se lleva a los poderes públicos, tanto la Constitución como la Ley del Deporte asisten al menor. Ahora bien, convendría que los padres miraran bien la ficha antes de firmarla", concluyó Fle.

La retención del niño de siete años también ha llegado hasta la Dirección General del Deporte del Gobierno de Aragón. Así lo manifestó ayer Mariano Soriano, director general de esta parcela en la Consejería de Educación, Cultura y Deporte. "Hemos recibido una comunicación desde el Justicia de Aragón. Mañana –por hoy– me reuniré con el jefe de servicio para estudiar el caso", apuntó Soriano.

Sobre el hecho de que en casi todos los deportes cobijados en los Juegos Escolares los jugadores solo puedan firmar por un año por un club determinado y en fútbol sí se pueda rubricar por más, Soriano no se pronunció. "Tenemos que estudiarlo", concluyó