Qué mejor estreno en la categoría de bronce para los del barrio de La Almozara que el estadio que lleva el nombre de uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos y ante el equipo filial del Real Madrid. Con toda la ilusión del mundo comparecía el CD Ebro en el Alfredo Di Stéfano, tras una prometedora pretemporada, dispuesto a sorprender al mediático equipo dirigido por Zidane y comandado por el noruego Odegaard.

Pero el fútbol sigue sus propias reglas, ajenas a guiones cinematográficos, o demasiado fiel a ellos. No se habían cumplido los primeros diez minutos, de inevitable tanteo, cuando una falta lejana y sin aparente peligro ejecutada por el lateral Fran botó una, dos veces, antes de superar a Montoya, pese a su estirada.

El gol no hizo demasiado daño al bisoño equipo zaragozano porque, la primera vez que pisó el área madridista, empató. Lacruz ganó la línea de fondo y asistió perfecto al segundo palo para que Edu García cabecease a la escuadra, justo adonde Carlos Abad no podía llegar. Pero, tres minutos después, Cedrés rompía la línea de retaguardia de los ayer verdes, superaba a Montoya con una sutil vaselina y Maureta evitaba el gol con la mano sobre la misma línea de gol. Penalti y expulsión muy claros. El meta despejaba el primer lanzamiento de la estrella en ciernes Borja Mayoral, pero el rechace le cayó al mayor de los hijos de ‘Zizou’, que marcó a placer.

En inferioridad, los de Larraz no tuvieron más remedio que replegarse, retrasando Reche su posición a la de central, para tratar de evitar la avalancha merengue. Pero una larga jugada de los blancos la acabó llevando Álvaro al corazón del área para que Mayoral, con bastante fortuna, firmase el tercero.

Tras la reanudación, el técnico arlequinado retiró a su ariete Gabarre para tratar consistencia a la zona ancha con la incorporación de Carralero, pero no transcurrieron ni cuarenta segundos antes de que Álvaro rompiese con habilidad y velocidad la última línea visitante para asistir con generosidad a Mayoral, que marcó el cuarto a puerta vacía.

El técnico aragonés aceptó la inevitable derrota demasiado pronto, ofreció su mano caballerosa a un rival muy superior y emplazó a los suyos para buscar su primera categoría de bronce en los dos y próximos compromisos caseros ante la Real Sociedad B (domingo 30) y Real Unión de Irún (miércoles 2). La postrera pena máxima transformada por Narváez, anecdótica, solo sirvió para engordar la nefasta estadística de una tarde histórica.

CASTILLA: Calos Abad; Fran, León, Héctor, Tejero; Febas, Enzo (Javi Muñoz, 68’); Álvaro, Odegaard, Cristian Cedrés (Lazo, 68’); y Borja Mayoral (Narváez, 59’).

EBRO: Montoya; Gil, Maureta, De la Cruz, Sergio; Reche, Moustafa; Lacruz (Santigosa, 55’), Adán, Edu García (Draman, 62’); y Gabarre (Carralero, 46’).

GOLES: 1-0, (min. 8): Fran. 1-1, (min. 17): Edu García. 2-1: (min. 20) Enzo. 3-1, (min. 37): Borja Mayoral. 4-1, (min. 46): Borja Mayoral. 5-1, (min. 79): Narváez (pen.).

ÁRBITRO: Gil Coscollá (comité valenciano). Amarilla a Odegaard; Gabarre, Adán, Moustafa, Gil y Santigosa. Roja directa al visitante Maureta (20’).

CAMPO: Alfredo Di Stéfano. Unos 1.500 espectadores.

Madrid / David Hernández (Área 11)