Españolas "invisibles" en la liga de los petrodólares

Tres futbolistas españolas juegan en la liga femenina de Catar, vetada al público masculino.

Tres futbolistas españolas se han hecho hueco en la nueva liga profesional femenina de Catar, el rico emirato del Golfo en el que la entrada a sus partidos está vetada a los hombres, pero que ha decidido apostar por promover el deporte entre las mujeres. Blanca Crespo, Gisella Brandi y Lucía Clifford juegan en el equipo Al Khor y se muestran sorprendidas por la atención que las autoridades prestan a su liga, pero también por la "invisibilidad" a la que se ven sometidas.


"Se juega a puerta cerrada, está prohibido que entren hombres. Esto no te da tanto ambiente, evita que otras chicas vengan a vernos, que nos demos a conocer y que puedan jugar", asegura Crespo.


Que el juego sea presenciado solo por mujeres se debe a que las cataríes disputan los partidos sin cubrirse; tampoco está permitido entrar al campo de juego con móviles o cámaras, por respeto a las costumbres y a la religión. Pese a ello, cuando el año pasado ganaron su primera Copa de Catar, las tres jugadoras se llevaron una agradable sorpresa al recibir el trofeo del torneo más importante del emirato.


"Fue un honor que viniese la esposa del emir a entregarnos la Copa. En España no ocurre lo mismo, la Copa del Rey la entrega el Rey, pero a la de la Reina no va nadie. Solo el que la jequesa dedique su tiempo a este evento dice mucho de la actitud que tienen y de lo en serio que se lo toman", cuenta Brandi, centrocampista canaria.

Después de haberse alzado con la Liga y la Copa catarí el año pasado, el equipo de Crespo, Brandi y Clifford ha quedado tercero en la liga esta temporada, que finalizó a mediados de abril.


En 2010, el comité de deporte femenino catarí -cuya presidenta, Ahlam Al Mana, es conocida como la pionera del fútbol femenino del emirato- creó la liga, competición que las dos primeras temporadas fue de fútbol 7, aunque en los dos últimos años pasó a ser de once contra once. El comité establece que los clubes deben contar con seis cataríes en el equipo, para promover el fútbol entre las chicas.


Sin embargo, algunas no tienen la rutina de entrenar todos los días: "A veces es difícil que vengan esas seis, creo que podrían bajar la cuota de jugadoras nacionales", afirma Clifford. A pesar de la determinación por impulsar el deporte femenino, la liga femenina todavía no dispone de página web ni tampoco los clubes. Apenas tienen publicidad, no se ven carteles por la calle que hablen de la copa o de sus partidos.


"Los padres no ven que se juegue al fútbol. Por eso, es extraño que sus hijas les digan que van a practicar este deporte", dice Crespo. En la liga catarí no solo hay españolas, también se han incorporado jugadoras de Estados Unidos, Túnez, Nigeria, Sudáfrica, entre otros países, lo que, según las tres futbolistas, ha elevado el nivel de juego respecto al año pasado.


La Copa la disputan los cuatro primeros equipos de una tabla clasificatoria formada por seis, un avance en un país en el que el deporte femenino está aún despegando.

Pero no son solo los grandes detalles, como la presencia de la jequesa, los que demuestran ese compromiso. Para las españolas, la voluntad se encuentra también en los pequeños gestos: "En los banquillos tenemos agua, parece una tontería, pero percibes esos pequeños detalles que en España es impensable que tengan en cuenta y que aquí por lo menos sí los consideran", explica Crespo.