Granada 0 - 1 Real Madrid

Un gol de Karim Benzema decide en el alambre de Granada

Diego López volvió a ser el guardián de la portería blanca en un partido en el que el Madrid terminó pidiendo la hora, encerrado en su área.

Roberto para un disparo de Benzema
Benzema decide en el alambre de Granada
AFP/JORGE GUERRERO

El Real Madrid ha saldado con victoria su visita al Granada (0-1), en el partido que cerró la segunda jornada de la Liga BBVA, gracias al solitario gol del francés Karim Benzema, quien en la primera parte puso por delante a unos blancos que terminaron pidiendo la hora, encerrados en el área defendida de nuevo por Diego López.


El meta gallego volvía a ser el guardián de la portería blanca ante la atenta mirada de Iker Casillas en el banquillo, y también de Carlo Ancelotti, quien ante la ausencia de Sami Khedira y la nueva operación de Xabi Alonso, esta vez colocó a Isco como pareja de baile de Luka Modric. Además, con Gareth Bale a caballo entre Londres y Marbella, el duelo de Granada fue también el reencuentro de Ángel di María con la titularidad.


Enfrente, la vuelta de Diego Mainz a la zaga nazarí daba confianza a un público que vivió su momento de gloria el curso pasado con aquel gol en propia de Cristiano Ronaldo en la victoria granadina. Sin embargo, el guión en el primer acto de este nuevo encuentro comenzó a tomar ciertos aires de dramatismo cuando, en el minuto 4, Benzema mandaba fuera un gran pase interior de Di María cuando estaba solo.


Más preocupado el Granada de cortar las líneas de pase y mantener el orden posicional, la liberación del 'fideo' por la derecha sembró el caos en el área de Roberto. Tras el primer aviso, un centro de Di María aterrizaba en el pie izquierdo de Cristiano y, después de un mal control del portugués, el balón llegaba a Benzema. Esta vez, el francés no perdonaba y conseguía abrir el marcador con un disparo a placer en el minuto diez.


Con el viento a favor, a punto estuvo el Madrid de ampliar la ventaja minutos después tras una gran triangulación entre Di María, Cristiano y Özil que terminó con un buen despeje a córner de Roberto ante el disparo del alemán. Como respuesta, El Arabi echaba por tierra un mano a mano ante Diego López, estrellando el esférico en el cuerpo del portero, poniendo la lentitud en una rápida jugada.


Pero esa ocasión del Granada no fue más que un espejismo en una primera mitad que siempre estuvo controlada por los de Madrid. Con Isco actuando de mediocentro, llevando la manija y moviendo al equipo a su antojo, Cristiano y Di María abrían y partían a un inferior equipo andaluz, incómodo tanto con la pelota como sin ella, que sin embargo conseguía irse al descanso con la mínima diferencia.


El Madrid sufrió en la segunda mitad 

Ya en la segunda mitad, Alcaraz dejaba en la caseta a El Arabi y daba entrada a Riki, quien debutaba con la camiseta del Granada tras cumplir sanción en la primera jornada. Algo más asentados los nazarís, de nuevo el miedo volvía a las gradas con un cabezazo de Sergio Ramos que logró atajar Roberto con dificultad.


Sin embargo, los 20 primeros minutos de la segunda mitad igualaron la balanza en el partido con un Granada más serio e intenso mientras Ancelotti pedía más amplitud en la banda blanco, desaparecido Di María y quizá un poco acelerado Cristiano. Solo Isco mantuvo el ritmo e incluso el malagueño rozó el gol con un disparo que pegó en el palo por fuera.


Como revulsivo al cansancio de su equipo, el técnico italiano decidía mover banquillo y daba entrada a Casemiro por Ozil, además de Nacho que retiró a Marcelo, cambios que poco cambiaron al conjunto blanco. Abierto el partido, la sentencia del Madrid se sintió con un disparo de Ronaldo que blocó Roberto mientras que el empate se acercó tras un posible penalti de Casemiro al recién entrado Buonanotte.


Al final, en un último arreón del Granada que aprovechó el agotamiento físico del Madrid, el partido terminó muriendo en el área de Diego López y con los blancos pidiendo la hora. Pepe salvaba sobre la línea un envenenado centro de Piti antes de que una gran mano salvadora del meta blanco hiciera volar, definitivamente, los tres puntos a Madrid.