Los polacos van con Italia

Aunque los seguidores alemanes son mayoría en Varsovia (15.000, según la alcaldesa de la ciudad, frente a los aproximadamente 3.000 italianos).

Alemania-Italia
Aficionados en el campo_2
AGENCIAS

La mayoría de aficionados polacos apoyan a Italia y algunos, como el premio Nobel de la Paz Lech Walesa, lo reconocen abiertamente mientras, por las calles de Varsovia, cientos de hinchas locales visten camisetas de la "Azurra" y portan banderas italianas porque, ante todo, quieren que Alemania pierda, dicen.


Aunque los seguidores alemanes son mayoría en Varsovia (15.000, según la alcaldesa de la ciudad, frente a los aproximadamente 3.000 italianos), los de Cesare Prandelli cuentan con el calor de la mayoría de varsovianos, volcados con Italia, un país que en Polonia despierta muchas más simpatías que la vecina Alemania.


Los polacos recuerdan la invasión nazi de 1939 y el dolor que el régimen de Adolf Hitler causó a su país durante la II Guerra Mundial.


Un recelo antiguo que sin embargo no ha provocado incidentes significativos hasta el momento, como sí sucedió en el partido Polonia-Rusia, otro de los países con los que los polacos comparten una historia difícil, tras el que se registraron enfrentamientos entre las aficiones, con varios hospitalizados y cerca de 200 detenidos.


Los hinchas germanos, acompañados en su mayoría por la económica cerveza polaca, tienen claro que la victoria será para ellos.

La hinchada italiana se muestra también confiada en lograr hoy el pase a la final y ya tienen ganas de medirse a una España que, para muchos "azurros", es el rival a batir en esta Eurocopa.


Algunos aficionados polacos no dejaban pasar la ocasión mediática que supone esta semifinal y aprovechaban para criticar frente al estadio Nacional al exfutbolista inglés Sol Campbell, quien en un polémico documental de la BBC aseguraba que Polonia es un país racista y recomendaba a los seguidores ingleses no asistir a esta Eurocopa.


"Campbell, lo único que queda claro es que eres un estúpido. Aquí no somos racistas", rezaba un cartel que un grupo de jóvenes sostenía junto al estadio.


Con el partido de hoy, la Eurocopa se despide de suelo polaco y pasa de nuevo a Ucrania, donde el próximo domingo se disputará la final entre España y el equipo que hoy gane el encuentro de Varsovia.