El técnico español Unai Emery firmó este domingo  un contrato por dos temporadas con el Spartak Moscú, el equipo más laureado de Rusia, pero que lleva más de una década sin lograr el título de liga.

Emery, que firmó el contrato en la capital rusa acompañado por su agente, dirigirá este lunes, su primer entrenamiento al frente del equipo, según informa la página web del club.

Hace dos semanas el técnico español, que había dirigido al Valencia durante las últimas temporadas, ya visitó las instalaciones del Spartak en Tarasovka, en las afueras de Moscú.

Entonces, Emery se reunió con el presidente del club, Leonid Fedún, y con su antecesor y director general, Valeri Karpin, que militó como jugador en el equipo valenciano y también en el Celta y la Real Sociedad.

En esa reunión, según desveló el propio Karpin, el español le expuso las necesidades del equipo, entre las que figuran un defensa central de garantías.

Emery, que viajará próximamente a Austria, donde el equipo hará la pretemporada, debutará en liga el próximo 22 de julio en casa del Alania de Vladikavkaz, un recién ascendido.

Uno de los técnicos más prometedores de Europa

"Emery ha sido declarado uno de los técnicos más prometedores de Europa. La llegada de este entrenador es una gran suerte para nuestro campeonato y, por supuesto, para el Spartak", dijo Fedún en una reciente entrevista.

El Spartak de Karpin fue segundo en la liga rusa por detrás del Zenit San Petersburgo, por lo que el futuro equipo de Emery disputará la fase previa de la Liga de Campeones.

El principal objetivo del equipo moscovita para la próxima temporada es ganar una liga que se le resiste desde 2001 y disputar la fase de grupos de la 'Champions'.

Emery, que según la prensa rusa cobrará unos 2,5 millones de dólares anuales, aseguró que tenía ofertas de clubes de Portugal, Grecia y Turquía, pero optó por el proyecto del Spartak.

Por su parte, Karpin, quien estuvo a punto de ser destituido mediada la temporada, dirigía al Spartak desde la destitución en abril de 2009 del danés Michael Laudrup, quien apenas duró unas semanas en el cargo.