España '82: "Tardé tiempo en asimilarlo"

España '82: "Tardé tiempo en asimilarlo"
España '82: "Tardé tiempo en asimilarlo"

Con seis goles anotados en los últimos tres partidos en el Mundial de España 82, Paolo Rossi condujo a la selección de Italia hacia su tercer título del mundo, se adueñó de la corona de máximo artillero del certamen y se convirtió en una leyenda del fútbol italiano.


Casi tres décadas después de esa mágica tarde de julio en el estadio Santiago Bernabeu del Real Madrid, Rossi, ahora de 53 años, es un activo hombre de negocios que vive "completamente fuera del fútbol" y que nunca ha "tratado de hacer nada en ese ambiente" desde que se retiró, en 1987.


Asegura disfrutar rememorando sus tardes de gloria en España, aunque curiosamente su más brillante recuerdo, el momento en el que alzó con sus manos el dorado trofeo, se parece a las borrosas descripciones de los escaladores que llegaron a la cima del Monte Everest.


"Al principio se me hacía difícil tomar conciencia de todo eso. No te percatas de inmediato de que ganaste la Copa del Mundo, a pesar de ser tan grande la alegría. Es algo que vas digiriendo poco a poco, cuando regresas a casa", expresa Rossi mientras recuerda la ceremonia de entrega de medallas posterior a la victoria de Italia sobre Alemania por 3-1.


Otros momentos de juego del segundo Mundial de los tres que jugó están más claros en su mente. "Bueno, uno no recuerda todo, probablemente sólo las mejores cosas, que son rememoradas con placer y son memorias inolvidables que permanecen enterradas en la mente, especialmente los goles", comenta Rossi, que era un futbolista pequeño y liviano pero sorprendentemente rápido y capaz de rematar al arco desde cualquier posición.


Rossi marcó un 'hat trick' en el 3-2 con el que Italia venció en cuartos de final a Brasil. Luego llegó el doblete ante Polonia en semifinales, y después el crucial gol que le marcó a Alemania a los 11 minutos del segundo tiempo y que significó la apertura del marcador. "Creo que el partido contra Brasil hizo historia. Por la secuencia de los goles, por cómo se jugó el cotejo y por las emociones. Creo que el encuentro ante Brasil fue el más increíble", opina Rossi.


El comienzo italiano en la primera fase estuvo lejos de ser alentador, pero los 'azzurri' ajustaron su funcionamiento en el grupo de cuartos de final, donde se tuvieron que ver las caras con los temibles Argentina y Brasil.


Según Rossi, Italia experimentó una repentina mejoría en su determinación, resistencia y concentración.


"A veces la moral es suficiente, un episodio. La repentina conciencia de que eres igual que los demás (equipos). La confianza... Hay muchas cosas, nunca es una sola. Muchos factores están involucrados", dice Rossi.


"Te das cuenta (de que algo está sucediendo), seguro que lo haces. Por ejemplo, recuerdo que el primer partido de la fase final (victoria de 2-1) ante Argentina era crucial para nuestra recuperación porque luego nos dimos cuenta de que teníamos buenas posibilidades. Ahí recuperamos la confianza de la cual carecimos probablemente en un primer momento", explica el italiano.


Los buenos recuerdos de Rossi incluyen hasta su estadía en España y la buena comida que acompaña tradicionalmente a Italia en el exterior.


"Estábamos cerca de todos los estadios. Estuvimos muy bien, debo decirlo. La Federación (Italiana de Fútbol) siempre se encargó de que estuviéramos acompañados de un cocinero, con pasta, queso, jamón, lo usual. Nuestro cocinero se llamaba Lorenzo, era genial", recuerda.


Cuando se le preguntó acerca de su recuerdo más gracioso de España, Rossi recalcó el que quizás muchos ven como el momento más dramático del equipo.


"Tiene que ver con el momento en el que Antonio (Cabrini) falló el penal en la final. Recuerdo que cuando fuimos a los vestuarios en el entretiempo él estaba totalmente aturdido y no podía aceptar haber errado el penal. Creo que alguien lo cacheteó para que se recuperara y tratamos de hacer todo lo posible para que se olvidara. Cada tanto se lo recuerdo cuando nos vemos", expresa el italiano riéndose.


Rossi también tiene palabras para el grupo en el que jugó, un punto fundamental en todas las grandes victorias futbolísticas.


"Lo que más recuerdo de ese Mundial es la gran cohesión, el gran grupo que éramos, nuestra gran amistad. Eso realmente importa, es esencial", concluye Rossi con la mirada perdida, desgranando los recuerdos de hace más de dos décadas.