Argentina, más que Messi

El barcelonista es la principal estrella de un conjunto que ha mostrado una cierta inestabilidad.

El támben Maradona y Messi, esperanza argentina
Argentina, más que Messi
EFE

Lionel Messi es la carta de triunfo de Argentina en el Mundial, para el seleccionador Diego Maradona, para la prensa de su país y para la afición.


Se trata de una sensación que, a medida que transcurre el tiempo y se acerca la fecha del debut ante Nigeria, se potencia de manera inusitada entre quienes esperan que 'La Pulga' juegue diez horas y media en Sudáfrica (siete partidos) y que todos, siempre, le pasen la pelota a él.


La expectación que se ha creado alrededor del futbolista del Barcelona es superior a la que hubo en las eliminatorias sudamericanas, la competición en la que el equipo jugó mal, dependió de otros rendimientos individuales y de impulsos espasmódicos y goles épicos.


Messi no fue el factor determinante para que el combinado albiceleste se clasificara, pero su presente dorado con la camiseta azulgrana y la sensación de que no hay otro como él hacen que los argentinos lo vean con una chistera debajo de un brazo, de la cual todos esperan que saque, o por lo menos rescate, algunos conejos.


Cuando Maradona comenzó su ciclo como seleccionador habló de un equipo con "Javier Mascherano y diez más" y, pasado el tiempo, con una plaza ganada para el Mundial, cambió el discurso y dice: "ojalá que Leo me supere, éste tiene que ser su Mundial".


La semana pasada Messi sufrió un golpe en una rodilla cuando la selección comenzaba a entrenarse en Buenos Aires para viajar a Pretoria. Se pararon los corazones, rotativas, el tráfico, la bolsa de comercio y el viento. "Fue un susto enorme", admitió Maradona. Y los hasta ese momento distraídos sacaron conclusiones según las cuales en el equipo albiceleste todos son sustituibles en casos de emergencia, menos Messi.


El máximo sustento que tiene el fútbol es la ilusión, que se renueva de manera constante a pesar de los malos resultados que, muchas veces, se suceden sin solución de continuidad.


En las eliminatoria, las estrellas de equipos europeos no dieron la talla y, en los tramos finales de esa competición, las imprescindibles victorias sobre Perú y Uruguay desataron desahogos y reacciones de los jugadores y de Diego Maradona que eclipsaron mínimas expresiones de satisfacción por el objetivo alcanzado.


La sombra de la eliminación, como ocurrió para el Mundial de México'70, se posó sobre el conjunto albiceleste durante todo el 2009 y fue el temor de sus futbolistas a quedar en la historia como protagonistas de una página negra lo que les impulsó a ir hacia adelante para "ganar de cualquier manera" y obtener el cuarto puesto.


El triunfo por 0-1 ante los uruguayos en Montevideo disparó la ira de Maradona, que insultó a los periodistas de su país al entender que habían apostado por el fracaso y el asunto desembocó en una suspensión por dos meses que le impidió asistir al sorteo de Ciudad del Cabo.


Maradona sustituyó en el cargo en septiembre de 2008 a Alfio Basile -que dimitió desgastado por las críticas y por el estancamiento futbolístico del equipo-, lo dirigió en los ocho encuentros finales del torneo clasificatorio y consiguió la mitad de los puntos en juego con cuatro victorias y otras tantas derrotas.


El resultado de todo ello es que básicamente dos jugadores serán fijos en el Mundial, Mascherano y Messi, el primero con un rendimiento de mayor a menor en los últimos tiempos y el segundo presionado por la ansiedad de la afición y la crítica que le exigen que brille como lo hace en el Barcelona.


El portero Sergio Romero se perfila como titular, los defensas Walter Samuel, Martín Demichelis y Habriel Heinze parecen inamovibles. Tienen ventajas sobre los demás medios Juan Verón, Jonás Gutiérrez y Ángel Di María, y se encamina como uno de los puntas con mejores posibilidades Gonzalo Higuaín. Después de Messi, el resto se verá.