CAI ZARAGOZA

Fuerza interior

Los técnicos del CAI trabajaron con los pívots para lograr la contundencia necesaria en sus acciones, uno de los debes en su juego. Starosta y Garcés reconocieron que falta dureza bajo los aros, pero están convencidos de que llegará en muy poco tiempo.

"Si el defensa se acerca a ti la pasas al otro pívot y, si no, te la juegas tú, pero quiero que acabéis cada jugada con un mate y con fuerza". Eran palabras del entrenador ayudante Joaquín Ruiz Lorente ayer por la mañana a los hombres altos del CAI. Se trataba de un ejercicio para poner remedio a uno de los males del equipo, la falta de contundencia de sus 'gigantes'. A nadie se le escapa que el conjunto rojillo ha desperdiciado excesivos puntos cuando era cuestión de meterla para abajo, con rabia, con agresividad. Y Curro Segura y el cuerpo técnico se ha puesto manos a la obra para corregirlo. El primer paso está dado y, el más importante, el de que los pívots sean conscientes de esa situación, también. Ahora es cuestión de trabajo y de ponerlo en práctica desde el próximo partido.


Lo cierto es que daba gusto ver a los pívots del CAI combinar entre ellos -"bravo" decía el técnico cuando le superaban- y culminar las acciones metiendo el balón para abajo, en lugar de presenciar los habituales errores en tiros facilones como ocurre en los encuentros ligueros.


Mientras, los jugadores del perímetro ensayaban los lanzamientos lejanos en la otra canasta en un ambiente distendido. Pero lo importante estaba en la pintura opuesta. Un ejercicio casi para principiantes, pero necesario para recuperar la confianza de un juego interior algo tocado moralmente. El propio Ondrej Starosta, centro de muchas de las críticas sobre la endeblez en su puesto, reconocía que es una cuestión de cabeza, aunque auguró mejoría en todo ello: "El porcentaje de tiro de dos es malo y, sobre todo, somos los pívots los que fallamos mucho en eso. No puede ser. Cogemos muchos rebotes ofensivos y después fallamos. Hay que ser más determinante y ser más agresivos. Somos capaces de hacerlo pero es una cuestión de concentración y de cabeza", explicó el gigantón checo.


Ayer sí que no dejaba lugar al fallo y escachaba una y otra vez el esférico dentro del aro. "En los entrenamientos lo hacemos, pero hay que llevarlo a los partidos. Hay que hacer lo mismo en un momento que en otro", añadió.


Quizá lo más positivo es el optimismo con el que afirmaba todo ello: "Ahora los voy a meter. No hay excusa, es cuestión de cabeza. Lo sabemos."


Pero ni el problema es solo suyo ni estaba a solas en el ejercicio. Allí estaban Lewis, Garcés, Arteaga, Phillip y hasta el 'comodín' Iván García al que Curro le pedía más agresividad.


De todos ellos, el otro que está en el punto de mira es el panameño Garcés. Ha pasado de ser titular a disputar apenas siete minutos ante el MMT Estudiantes. Él también es consciente de los 'lunares' del juego interior. "Creo que nos falta un poco de estabilidad en el juego interior. Hemos entrenado ejercicios específicos para trabajar eso. Necesitamos un poco de consistencia y jugar un poco más físico y no precipitarnos. Tratar de meterlo para abajo o situar los pies para hacer un tiro seguro", dijo.


El ex del Pamesa ha hecho muy buenas migas con Starosta y ayer salió en su defensa: "Lo de Ondra es acostumbrarse a la Liga, ya que lleva solo cinco partidos en la segunda mejor liga del mundo. No tendrá problema, es una cuestión mental y de acostumbrarse. Él es un jugador que trabaja fuerte y terminará hundiéndolas todas".


Personalmente el 'cinco' del CAI confesó que está bien y que la suplencia no es una cuestión importante. "La gripe fue leve solo falté a un entrenamiento y la recuperación fue muy bien. Lo de quedarme en el banquillo no es algo que afecte, es cosa del trabajo. Hay que estar mentalizado para cuando te llamen para entrar. En el baloncesto ya no importa quién empieza sino quién ayuda al equipo a ganar".


Lo fundamental para los rojillos es que los pívots ayuden mucho más para conseguir eso triunfos.