SEGUNDA DIVISIÓN

Fiesta en Huesca

El Alcoraz se llenará esta tarde (18.00, ATV) para recibir a la Real Sociedad.

Los jugadores, tras el entrenamiento
Fiesta en Huesca
RAFAEL GOBANTES

El Huesca y la Real Sociedad no tienen mucho en común. Solo han jugado tres veces en competición oficial, durante esta temporada y media en Segunda, sus objetivos son dispares y sus historias, bien diferentes. Por poner tres ejemplos. Pero el partido de hoy (18.00, Aragón Televisión) es lo más parecido a un derbi que va a jugar el equipo azulgrana esta temporada. Ante todo, porque El Alcoraz ha agotado el papel por primera vez en esta andadura por la categoría de plata: cuatro mil corazones oscenses ante unos mil 'txuri urdin'. Y un Huesca en el mejor momento del curso. No hay un partido más atractivo en el horizonte. Es otro acto del centenario.

La versión más acabada del cuadro altoaragonés se sujeta por abajo. Por esa defensa que ya es la menos goleada de la liga y a la que cuesta horrores abrir boquetes. Pregúntenle al Nástic, o al Murcia, las víctimas de las últimas dos jornadas, esas que han permitido sumar los seis puntos de diferencia y ocho escuadras que hay en estos momentos sobre el descenso. Toni Doblas acumula 417 minutos imbatido y el Huesca ha comenzado de esta manera a rentabilizar sus escasos goles a favor del mismo modo que la estrategia. Lo que se llama un equipo de Segunda puro y duro. Con el viento a favor, el duelo con la Real puede suponer un portazo casi definitivo al miedo, ese que tanto atenazó a todos en la primera vuelta.

De la Vega recayó ayer

Este estado de felicidad no encuentra zozobra en las bajas de la línea que mejor está respondiendo. Sin Corona ni Robert, De la Vega recayó en el entrenamiento de ayer de sus problemas físicos. A falta de un lateral diestro nato, Mikel Rico se vuelve a apuntar al cargo después de haberlo estrenado la semana pasada en Tarragona. Junto a Dorado, que reaparece tras su castigo, podría figurar Luis Helguera como central, que de esta manera se desenvolvería en unas labores que no le son ajenas. Sin ir más lejos, retrasó su posición en Cádiz. La otra posibilidad reside en que repita Neru, con un notable rendimiento en su estreno. El desplazamiento de 'Luigi' abre el doble pivote a Sastre y Camacho, y la vanguardia recibirá retoques. Junto a Gilvan (la gran sensación de los dos últimos partidos) y José Vegar se juegan un puesto Iriome y Gallardo para el flanco diestro.

Tres derrotas son el pobre balance de los enfrentamientos con los donostiarras. La campaña anterior, por 1-0 en Anoeta, golazo de Castillo, y 1-2 en Huesca por medio de dos tantos de Abreu y Aranburu en media hora de lucidez visitante y bombillas locales fundidas. En la primera vuelta, dos zarpazos de Griezmann, que ese día debutaba y ahora es uno de los pilares, y Bueno sellaron un marcador injusto, seguramente. La Real, así, es el único enemigo con quien se ha perdido siempre en estos dos años. Por eso, entre otros motivos, hay ganas. Y por ello lo de derbi, pues es una certeza que muchos de los que coparan el Gol Sur conocen de primera mano los parabienes del Pirineo aragonés. Con 5.000 espíritus en las gradas, se rememorarán tardes recientes como las del Real Zaragoza, Écija, Gavá, Córdoba o Palencia. Otra muesca de gloria en el año de los cien años.

La Real se presenta con problemas de toda índole. Ante todo, físicos, con bajas en defensa. Xabi Prieto, etiqueta de calidad donostiarra en el último lustro, no parece en condiciones de disputar los noventa minutos. Tampoco 2010 está siendo demasiado benigno, con dudas que, no obstante, le preservan en un puesto de privilegio y apuntando a Primera.

Los hombres entrenados por el uruguayo Martín Lasarte tienen en Huesca su segunda salida consecutiva, en la que enmendar los errores de las últimas jornadas pasaría por la posible reaparición de dos de sus mejores jugadores, David Zurutuza y Xabi Prieto.