Ferrero, el invitado de última hora

LOndres. Fue el último se sumarse a la fiesta. Juan Carlos Ferrero era el número 70 antes de empezar el torneo de Wimbledon. La organización le concedió una 'wild card' (tarjeta de invitado) para participar en el tercer 'grande' y hoy será el único español en el cuadro femenino que opte a una plaza en las semifinales. El tenista de Onteniente ha sido la gran sorpresa en el All England Club. Es el primer tenista que se mete en cuartos de esta competición con una invitación desde que lo logró el croata Goran Ivanisevic en el 2001. Esta tarde se batirá en la hierba contra el escocés Andy Murray, la gran esperanza en las islas (14.00).

El valenciano vuelve a recordar al Ferrero del "top ten" aunque sea, ahora mismo, el competidor con peor ránking de los que aún sueñan con alcanzar la final en la hierba británica. Ante los Feliciano López, David Ferrer o Fernando Verdasco que arrancaron este año con los carteles de "especialistas en hierba" de la 'armada', pocos hubieran anticipado la permanencia en solitario del jugador valenciano. No obstante, junto con el estadounidense Andy Roddick, el australiano Lleyton Hewitt y el suizo Roger Federer, también clasificados en esta ronda, Ferrero puede presumir de haber ocupado lo más alto en el tenis mundial.

En su décima incursión en este torneo, donde cuenta con un balance de 22 victorias en 29 compromisos disputados, iguala ya la que hasta la fecha ha sido su mejor marca, que logró cuando se metió en esta misma fase en el 2007, para caer entonces ante el helvético Federer, que terminaría proclamándose ganador. Ferrero siente que tiene menos presión que los demás, y así ha ido borrando de su paso al ruso Mijail Youzhny, al francés Fabrice Santoro, al chileno Fernando González y, anoche, al también galo Gilles Simon. Con esta última victoria, el Valenciano igualó con su compatriota Rafael Nadal en el número de encuentros ganados en este Grand Slam y se ha quedado a tan sólo cuatro del récord de Manolo Santana.

Murray tiene el apoyo del público, como ventaja, y una pesada carga mediática, de lastre. Ferrero espera batir esta vez a quien le echó fuera en el Abierto de París.