CAI ZARAGOZA
Experiencia seleccionable
Un escolta que ha jugado nueve temporadas en la ACB (Miso) y en segundo base de 30 años (Riera). Las apuestas del club rojillo en los puestos de seleccionable dan cierta madurez a la plantilla zaragozana.

A falta de poder optar a seleccionables de primera línea, el CAI Zaragoza ha decidido ocupar esas plazas de nacionales con jugadores expertos, veteranos, con muchas experiencias vividas en el mundo del baloncesto. Hombres como Andrés Miso y Joan Riera cumplirán esa misión. El primero, escolta que a sus 27 años ya ha jugado nueve temporadas en la ACB apunta a ser una pieza clave del equipo. El segundo, a punto de cumplir 31 años, será un base reserva 'distinto' como él mismo reconoce. Ellos aportarán la experiencia seleccionable, a la cual se unirá el joven Pablo Aguilar, quien a pesar de su precocidad conoce perfectamente la mejor liga de Europa.
Además, ante las ausencias en este inicio de la pretemporada de hombres como Quinteros, Barlow o Van Rossom, los españoles formarán junto a Phillip y Hettsheimeir el 'núcleo duro' de la plantilla. Lo saben y lo asumen como veteranos de mil batallas.
El madrileño Miso parte como protagonista principal. Su calidad y versatilidad le darán muchos minutos en cancha como rojillo. Llega al CAI "bien, contento, con ganas de trabajar. Aún estamos pocos, pero con el paso de los días se irá incrementando el nivel". El escolta aterriza en tierras aragonesas "con mucha ilusión, con ganas de hacer un buen año tanto individual como colectivo. Creo que se están haciendo bien las cosas desde los despachos y se va a hacer un equipo competitivo". Eso sí, apunta que "luego hay que refrendarlo todo en la cancha, pero a priori el equipo está bien para conseguir el objetivo".
Tras pasar por Estudiantes, Fuenlabrada y Cajasol, defenderá la elástica rojilla con las cosas muy claras tanto en su rol individual como en la meta del equipo. "Soy un jugador versátil que puede jugar en varias posiciones y vengo a ayudar lo máximo posible al entrenador y a los compañeros y esperemos que todos juntos podamos hacer una temporada digna. Está claro que el objetivo es la permanencia y más después de lo que ocurrió hace dos años. Entonces las expectativas fueron otras y se intentó llegar y convencer el primer año. Este año creo que hay que ir paso a paso, empezar desde cero, y con humildad, ambición y trabajo se puede lograr la salvación y, por qué no, aspirar a algo más", afirma.
El escolta reconoce que "los que tenemos más experiencia tendremos que ayudar a los más jóvenes a que vaya bien la temporada y no lo pasen mal".
Su compañero Joan Riera también admite esa función de 'guías' del grupo: "Al principio no nos queda otra, pero estamos con ganas. Más adelante la gente vendrá rodada y nos ayudaremos mutuamente e iremos para arriba".
En su caso la experiencia le viene dada por sus 30 años, ya que en la ACB apenas disputó seis encuentros de manera testimonial. Por eso reconoce que llega "con mucha ilusión, muchas ganas. Es una experiencia muy importante para mí y creo que para el CAI tiene que ser un orgullo quedarse en la ACB y no pasar las penas de anteriores años".
Riera se define como un "base algo particular. Rápido, juego alegre, me gusta anotar, mi punto débil es la defensa pero desde ya estoy trabajando en ello". Eso en lo individual, y en lo colectivo señala que "el objetivo es la permanencia, hay que lucharlo y dar guerra contra todos".
El director de juego balear, quien aún no conoce al otro base, a Van Rossom, entiende que al empezar "antes que muchos equipos, podemos hacerlo más progresivamente y a partir de esta segunda semana meternos más caña".