Pasada la 15ª jornada de liga, los datos estadísticos que presenta este todavía dubitativo Real Zaragoza en su caminar por Segunda División no dan lugar a ninguna duda: Ewerthon es, con diferencia, el jugador más valioso de este equipo en lo que va de campeonato. Sus 11 goles lo refrendan por sí solos. Es una cifra sobresaliente si se tiene en cuenta que Ewerthon ha jugado 13 partidos (se perdió por lesión los del Alavés y el Sevilla Atlético) y que, en solo 11 de ellos, ha salido como titular (contra Xerez y Girona, en plena recuperación de su achaque muscular, salió en la segunda mitad).

Pero, si se tienen en cuenta los valores añadidos que han aportado en cada caso esas 11 dianas de Ewerthon en las porterías contrarias, la evaluación de su rendimiento al frente de la delantera zaragocista es infinitamente mayor. Los 11 goles de Ewerthon han sido piezas clave para sumar 14 de los 26 puntos que lleva el Zaragoza en la clasificación ahora mismo. Ninguno de ellos ha resultado inútil o superfluo. Todos tuvieron algo que ver en el marcador final de los partidos donde el paulista anotó.

Si se barema el 0-0 inicial de todos los encuentros de fútbol como punto neutro de partida, el gol que marcó al Elche (2-0 final, con otro de Caffa) y los dos que hizo al Éibar (3-0, con otro de Ayala) abrieron el camino para sumar 3 puntos en cada una de esas dos victorias.

Con marcador igualado y en los últimos minutos de dos partidos

-Xerez y Tenerife, ambos con 1-1 al borde del minuto 90-, Ewerthon marcó en los dos casos el 2-1 final que varió el beneficio de puntos que obtuvo el Zaragoza en sendas citas: de un punto se pasó a tres gracias al postrero acierto del brasileño, por lo que sus goles valieron dos puntos en ambos duelos.

Y en partidos donde el Zaragoza fue incapaz de pasar del empate final, los tantos de Ewerthon sujetaron un punto ante rivales que se atragantaron. Así pasó en el 2-2 ante la Real Sociedad (el paulista hizo un doblete), el 2-2 en Las Palmas (Ewer marcó el segundo en una noche donde también anotó Caffa), el 1-1 ante el Castellón y, anteayer, en el 2-2 contra el Huesca, donde volvió a anotar por partida doble y salvó un punto in extremis de forma casi milagrosa.

Pero su solvencia no solo se fundamenta en su capacidad anotadora. Su aportación al juego colectivo está siendo fundamental por sus desmarques, sus apoyos, su implicación y, también, sus pases en la zona de los goles (Ewerthon, por ejemplo, dio el centro del 2-0 a Caffa el día del Elche o el pase a Oliveira el día del Éibar que luego éste envió, a puerta vacía, contra el palo). Tras el compromiso ante el Xerez, Ewerthon y Oliveira, el dúo atacante de lujo que tiene el Zaragoza de Segunda, prometían llegar a sumar 40 goles entre ambos al final del curso en una entrevista publicada en HERALDO. Entonces, Oliveira sumaba 7 y Ewer 5. “Otra cosa será saber quién de los dos es el Pichichi en junio. ¿Tú por quién apuestas?”, preguntaba Ewerthon a finales de octubre al entrevistador a modo de reto particular.

Esa es la mejor demostración de la fe que tiene este año Ewerthon, un jugador que, de partida, inició la campaña bajo la sombra mediática de su amigo Oliveira, con el papel de secundario perfectamente asumido en el inicio del largometraje que es esta liga de plata. Oli llegó a encabezar el Pichichi con 7 dianas en la jornada 9ª y su rol estelar parecía encarar un camino de rosas. Pero, en apenas un mes, la tortilla ha dado la vuelta y Ewerthon ha pasado a ocupar el lugar más vistoso del escaparate ofensivo zaragocista. Mientras Oliveira se ha estancado en esos 7 tantos, Ewer ha anotado 6 dianas en los últimos cinco partidos y se ha aupado a la cabeza de los goleadores de la división, superando ya en 4 goles a su colega de línea.

Desde aquel último minuto ante el Xerez, cuando Ewerthon marcó el victorioso 2-1, el Zaragoza vive de su inspiración y su eficacia ante el marco rival. De los últimos 9 goles blanquillos, Ewer ha firmado 7. Con el pie, de cabeza o de penalti. Le da igual. El entrenador le ha dado la confianza que todo futbolista necesita y él está respondiendo como siempre hizo cuando el entorno le fue propicio. Resulta chocante que su destino, hasta mitad de agosto, fuese a ser el Málaga, donde estuvo 24 horas cedido hasta que Marcelino tiró a la basura el demoledor ‘informe Herrera’ sobre el paulista y paró todo.