REAL ZARAGOZA

Ewerthon aún puede irse

La fecha límite para fichar en Qatar concluye el 15 de septiembre. Las negociaciones con el Al-Sadd siguen abiertas

Ewerthon se ejercita en la Ciudad Deportiva.
Ewerthon aún puede irse
ELENA MUÑOZ

Ewerthon sigue en el Real Zaragoza pasadas las 12 de la noche del 31 de agosto -fin del mercado estival de fichajes en la mayor parte de los países europeos y americanos- pero eso no es sinónimo de que vaya a quedarse en la plantilla zaragocista con seguridad. Habrá que esperar una quincena más para disipar las dudas, ya que el plazo de contrataciones en la liga de Qatar, el país del Al-Sadd, club que le pretende, no se termina hasta el 15 de septiembre. Ayer, el brasileño se entrenó con normalidad en la Ciudad Deportiva tras unos días frenéticos en los despachos del club blanquillo y, al término del ensayo, no quiso hacer ninguna declaración pública.

 

Acompañado de su joven compatriota Pablo de Barros (que se ha quedado ahogado en el Zaragoza al no cuajar ninguna cesión y no poder tener ficha por su condición de extracomunitario), montó en su coche y salió de las instalaciones con gesto serio. En el entorno de Ewerthon se asegura que las negociaciones con Qatar siguen abiertas y que no es descartable que la venta pueda consolidarse en fechas próximas.

 

No obstante, para que eso sea así, resulta decisiva la postura del Real Zaragoza, encarnada en su accionista Agapito Iglesias. Es necesario saber si, una vez fracasada su venta en tiempo y forma antes del 31 de agosto, que hubiera proporcionado dinero líquido para acometer otros fichajes que estaban congelados, Agapito desea tener al goleador brasileño en las actuales condiciones en la plantilla permitiendo que Marcelino cuente con él o, por el contrario, hace efectiva la frase que le espetó el pasado viernes al delantero en una de las acaloradas discusiones que mantuvieron dirigente y futbolista en la sede de La Romareda: "te aseguro que no volverás a jugar más en este equipo". Si se produjera este segundo supuesto y aunque el club obtendría 6,5 millones de euros en efectivo para ser utilizados en el futuro, el quebranto deportivo que sufriría la plantilla de Marcelino sería grave, ya que mientras que aún es posible la marcha de Ewerthon a Qatar por cuestión de plazos legales en aquella lejana competición, el Real Zaragoza está absolutamente imposibilitado para incorporar un nuevo fichaje hasta el 1 de enero, cuando se reabra el mercado en su periodo invernal. Si el brasileño se marchase finalmente, Marcelino perdería una pieza de valor en el ataque del equipo que no podría reponer hasta dentro de cuatro meses.

 

En estos momentos, el futuro de Ewerthon en el Zaragoza, por lo tanto, es una incógnita sin despejar. Lo ocurrido en los últimos cinco días ha deteriorado enormemente las relaciones del jugador tanto con Agapito como con su director general, el alemán Gerhard Poschner (que durante cuatro años fue precisamente el representante del ariete).

 

Ewerthon tomó el viernes la decisión personal de abandonar el Real Zaragoza e incluso llegó a despedirse de manera sentida tanto del entrenador y el cuerpo técnico como de la mayor parte de sus compañeros del vestuario. Solo los cambios de última hora en el apartado económico de su traspaso a Qatar que propusieron los dirigentes zaragocistas en la documentación definitiva y que afectaban a la remuneración que Ewerthon debe recibir de esta transacción, impidieron que su adiós fuera anteayer un hecho. El jugador dejó clara hace una semana la cantidad exacta que debe recibir en este traspaso en todos los conceptos, incluyendo las cifras que el Real Zaragoza le adeuda del año pasado. Mientras esas condiciones no se cumplan, no habrá trato pese a que los qataríes tienen todo cerrado con Ewerthon desde el viernes.

 

En los próximos días, Agapito, Poschner y Ewerthon (desde hace solo un par de días representado por Augusto Castro, el ex de Oliveira) han de aclarar cuál es la nueva situación, con Marcelino muy pendiente de la misma. Anoche, no estaba nada claro hacia dónde iba a decantarse la decisión de las partes.