REAL ZARAGOZA

Eurocopa García

El pletórico estado de Sergio le legitima para soñar con la selección. "Aspiro a ella. Es difícil, pero queda tiempo", dice.

Francisco "Paquete" Higuera se encendía en la derecha, sacaba el pecho de su cuerpo ovalado y estallaba las caderas rivales con la pelota cosida al pie. Aquel Zaragoza de la Recopa matriculó a una de las tripletas ofensivas más vibrantes de la historia del club. Pardeza y Esnáider acompañaban a Higuera, ladeado a la diestra, donde mezclaba su oronda velocidad con un regate vaporoso. El Paquete, el diez, caía a la banda por pura compresión del espacio, como ahora Sergio García en el moderno triplete que forma con Diego y Oliveira.


García recuerda las trazas de extremo de Higuera. Habilidad, engaño y botas rápidas. Delanteros con el gol en la lista de virtudes secundarias. Hasta los modos de correr les asemejan, soplando y con el tronco ligeramente encorvado. Higuera fue una de las banderas del Real Zaragoza en la selección española, donde jugó 6 veces, algunas reforzado por el eterno Belsué.


Hoy, temporadas después, García grita selección con fútbol a borbotones. El elogio se ha hospedado en él gracias a un pletórico estado de forma. "Me siento bien, cada día mejor. Estoy contento por ayudar al equipo a que las cosas marchen", certifica Sergio, realojado en la derecha, donde su fútbol se ha cubierto de madurez y sacrificio: "Conozco la posición de cuando jugaba en el Barcelona. Ahora, situado ahí, me encuentro bien y espero seguir haciéndolo lo mejor posible".


Su juego ligero, desvergonzado y solidario le ha introducido en la lista de futuribles del seleccionador Luis Aragonés. Sergio tiene licencia para soñar con la Eurocopa, la meta que empieza el 7 de junio. "Trabajo para llegar a la selección algún día. Aspiro a ella. Hay mucha gente en buen momento y acude, aunque no todos pueden lograrlo. Yo lo intentaré, seguiré trabajando", asevera el catalán.


La banda derecha de España carece de propietario fijo. El estilo y los mimbres apuntan a una formación sin clásicos flancos ofensivos. Con pequeños hombres cerebrales copando el centro del campo y los extremos actuando como alternativas o revulsivos. Frente a Francia, Luis citó al españolista Luis García. A otras convocatorias acudieron Joaquín (Valencia) o el otro Luis García (Atlético de Madrid). Todos hombres con vocación atacante y clónicas figuras de Sergio. "Es difícil acudir ahora porque hay un grupo que ha clasificado a la selección. Pero hasta el verano queda mucho tiempo para que Luis vea quiénes son los mejores para ir", apunta el zaragocista, concentrado pese al cortejo de agendas de fichajes de equipos como el Valencia: "No me descentra nada de esto. Lo leo en los periódicos, pero yo me dedico a trabajar".


La irregularidad del Zaragoza contamina las opciones de Sergio. Reconducir el rumbo sería el aliado preciso. "Si el equipo está bien, existen más posibilidades de ser seleccionado. Ahora debemos ir poco a poco, trabajar para sumar y ver dónde estaremos", asiente Sergio, a quien le ha bastado un partido para convencer a Irureta. "No esperaba ser suplente frente al Racing. Pero el otro día volví al equipo y espero seguir en él", remata.