"No estoy tan mal como al principio"

 José Edmilson fue ayer el portavoz del equipo en la sala de prensa tras el entrenamiento matinal. El brasileño, que 24 horas antes apuntaba a suplente, acudió ante los periodistas con la sensación de que Aguirre no va a quitarle por fin los galones de titular en Pamplona. "Yo estoy preparado para jugar, aunque la decisión es siempre del míster. Ningun componente de la plantilla está en disposición de decir que se siente descontento por no jugar. Lo haga quien lo haga, lo importante en ganar como sea este partido", indicó.

El veterano medio centro dijo estar ajeno a la enorme bronca que le tributó el público de La Romareda el pasado domingo cuando fue suplido por Ponzio. "Yo soy bastante autocrítico con mi trabajo y sé cuando estoy rindiendo bien y cuando lo hago mal. No tengo que comentar este tema. Creo que la afición está molesta por culpa de los momentos difíciles que vive el club. Yo tampoco estoy contento con el juego y el trabajo de todos nosotros, jugadores y entrenadores", expresó Edmilson al respecto.

El campeón del mundo habló de su particular solvencia en lo que va de temporada. "Yo creo que al principio de Liga no estuve bien. Pero los partidos que he hecho últimamente no me han salido tan mal como aquellos del inicio. El problema es que los resultados no nos acompañan y eso viene mal, no solo a mí, sino a todos", dijo. Y añadió más: "Nosotros estamos aquí para poner la cara cuando perdemos. En el mundo del fútbol hay que saber vivir los momentos de críticas, los momentos malos igual que los de gloria".

Edmilson, escaldado por su exceso de verborrea en otras comparecencias que le han causado algún problema interno con los dirigentes, ayer actuó a la defensiva cuando se le pidió opinión sobre los fichajes que se esperan en enero. "Sobre eso no voy a pronunciarme. Es cuestión del míster y de la directiva. Como jugador, no tengo que opinar nada", zanjó de cuajo.

Dice sentirse a gusto

Edmilson, cuya satisfacción personal en el Real Zaragoza ha sido puesta en entredicho en los últimos tiempos, hablo así cuando se le preguntó por ello: "Si no estuviera a gusto aquí, ya me habría marchado a mi casa hace tiempo. Ya tengo 34 años y, cuando vine a Zaragoza, es porque me encuentro motivado para jugar al fútbol y hacer mi trabajo. Mi familia está contenta en la ciudad. Y yo, la gente que me encuentro por la calle, me saluda y me siento bien. Lo que me queda en el Zaragoza, que es hasta final de temporada, lo pienso cumplir con ilusión para sacar al equipo del difícil momento en el que se encuentra", argumentó.

"La única pena es que, el año pasado cuando vine, el equipo estaba en una progresión hacia arriba, y ahora, todo está mucho más difícil. Pero en el fútbol las cosas cambian muy rápido y considero que tenemos un mes de enero muy propicio", concluyó.