BALONCESTO

En el calabozo y ¿sin Mundial?

El amistoso entre griegos y serbios acabó con el pívot Krstic arrestado. La FIBA estudia una sanción ejemplar.

En el calabozo y ¿sin Mundial?
En el calabozo y ¿sin Mundial?

El partido 'amistoso' entre Grecia y Serbia en Atenas, disputado el pasado jueves, acabó en una batalla campal que podrá acarrear sanciones a más de un jugador de los que participaron en la pelea. Ahora se ven amenazados con ser excluidos del Mundial de Turquía, que arrancará el día 28. Es el caso del pívot serbio Nenad Krstic, que durmió en el calabozo después de lanzar una silla que alcanzó a Ioannis Bourousis y provocó una brecha en la cabeza que hizo sangrar al jugador griego.


Krstic, jugador de los Thunder de Oklahoma de la NBA, fue arrestado en la capital helena por una "infracción contra las leyes de la violencia deportiva" y pasó la noche en dependencias policiales, aunque horas después fue puesto en libertad, a la espera del resultado de una investigación de las autoridades griegas, y también del castigo deportivo que debe imponer la Federación Internacional (FIBA). El máximo organismo remitió ayer un comunicado en el que "condena incondicionalmente la violencia" que se produjo durante el amistoso. Su secretario general, Patrick Baumann, reconoció que estaba "horrorizado" al ver esas "escenas vergonzosas". El catálogo de condenas en estos casos va desde una multa económica hasta una suspensión de varios partidos, con lo que el Mundial podría peligrar para los implicados.


Aunque el sillazo de Krstic fue su agresión más brutal, no fue la única, ya que el pívot serbio también lanzó, al menos, cinco puñetazos a la espalda de Sofoklis Schortsanitis cuando el 'gigante' griego propinaba golpes a otro rival en el suelo de la cancha del Olímpico. Krstic también atizó otro puñetazo en la garganta a Fotsis, protagonista del inicio de la tangana junto a Teodosic. La guerra comenzó cuando el serbio Teodosic, del Olympiacos, agredió a Fotsis, del eterno rival Panathinaikos, y el ex jugador del Real Madrid respondió con un escupitajo. A partir de ahí los jugadores de ambos equipos se enzarzaron en un enfrentamiento con participación, incluso, de algún hincha griego.


La selección helena ganaba por un punto a la serbia (74-73) cuando faltaban dos minutos y 40 segundos para el final del encuentro del Torneo de la Acrópolis, preparatorio para el Mundial, que lógicamente debió ser suspendido.


Puñetazos, patadas y golpes se sucedieron, hasta que llegó el momento en el que Bourousis y Schortsanitis, apodado 'Baby Shaq' -por su parecido con Shaquille O'Neal- se dirigieron amenazantes hacia Krstic, que huía tras haberse hartado de dar palos. Krstic, lejos de calmarse y apaciguar los ánimos, continuó con su agresiva actitud y, con premeditación, agarró una silla que quizás iba dirigida a 'Baby Shaq' pero que pegó en la cabeza de Bourousis. Este no pudo jugar el partido al encontrarse lesionado, pero acabó herido en la cabeza como consecuencia de una trifulca que podría haber tenido aún peores consecuencias, ya que el partidos se disputaba ante 5.000 aficionados y la situación se habría agravado si se hubiesen unido a la batalla más seguidores griegos.


Entre los internacionales griegos, Tsartsaris tuvo el gesto de pedir perdón por el lamentable incidente. "Pido disculpas a todo el mundo que haya visto el partido porque estas imágenes no se corresponden con el espíritu olímpico", reconoció. A Krstic quizás ya no le valga ninguna muestra de arrepentimiento para intentar evitar una sanción que puede dejarle sin Mundial. Por suerte, Grecia y Serbia, siempre en el punto de mira por sus malas artes y su agresividad sobre el terreno de juego, están encuadradas en distintos grupos en la primera fase, aunque sí podrían encontrarse en una eliminatoria directa, siempre que ambas alcanzasen, al menos, los cuartos de final.