Waldo Ponce se entrenaba ayer en Rancagua (Chile) junto a su preparador físico particular con el teléfono móvil en el bolsillo de su chándal. Durante todo el día estuvo pendiente de las noticias que llegasen desde Zaragoza. El entorno del defensa internacional chileno, que conoce desde hace varios días el interés del club aragonés por retomar las negociaciones para obtener su cesión (que en enero se frustraron in extremis cuando todo parecía hecho), reconocía anoche -tarde en Chile- que las conversaciones están en marcha.

Ese defensa central que José Aurelio Gay considera necesario para apuntalar con garantías la zaga blanquilla tiene en Waldo Ponce el perfil más aproximado dentro de lo que el mercado puede ofrecer ahora mismo al Real Zaragoza. Gay cree que para acompañar a Diogo, Jarosik, Contini, Obradovic y Goni en la línea de atrás, es obligado contar con un defensor que sea un central rápido y buen marcador que, además, pueda adaptarse a ambos laterales. El mundialista chileno Ponce, de 25 años, ofrece esas prestaciones y, económicamente, no es prohibitivo.

El 50% de los derechos de Waldo Ponce pertenecen al O'Higgins de Rancagua de la Primera División chilena, mientras que la otra mitad está en posesión de un grupor empresarial y del propio jugador. Por lo tanto, además de llegar a un acuerdo económico con el futbolista, es necesario casar intereses con los dirigentes del O'Higgins (equipo con el que el Real Zaragoza habría jugado en julio en Chile si no se hubiese venido abajo la gira prevista a principios de pretemporada a causa de la falta de seriedad de la empresa organizadora, que incumplió los pagos pactados con el Zaragoza). En la entidad rancagüina están dispuestos a admitir bien un traspaso, o bien un préstamo. No tienen preferencias. Ponce, que el curso pasado jugó en el Vélez Sarsfield argentino cedido por el club chileno, ha manifestado a los dirigentes andinos su deseo de dar el salto a Europa. Estos, que en su momento apostaron fuerte por la contratación del emergente defensa, ya han comunicado al jugador que van a facilitar al máximo las cosas para que vea cumplido su sueño.

En enero, cuando el defensa estuvo a punto de llegar al Real Zaragoza en la revolución de invierno, fue un dinero que pedía el Vélez Sarsfield (250.000 euros) y la intervención de algún intermediario lo que enturbió las negociaciones in extremis. Ahora, con el club argentino totalmente desaparecido ya del entorno de Waldo Ponce, el posible trato es mucho más directo y sencillo.

La figura de Ponce, dentro del área deportiva del Real Zaragoza, porta valores añadidos respecto del perfil de los otros refuerzos buscados: el centrocampista ofensivo y el delantero goleador. Waldo Ponce ocuparía plaza de extracomunitario y, junto al colombiano Marco Pérez y el serbio Obradovic, completaría el cupo permitido de tres, por lo que obligaría a que los otros dos fichajes tuviesen pasaporte europeo.

En las últimas horas (el tiempo va apremiando), todas las partes están activadas en busca de un acuerdo. Las cuestiones económicas, una vez más, serán claves.