CAI ZARAGOZA

El último empujón

El CAI contemplaba esta jornada, con su visita a Melilla y la del Bruesa a Inca, como una de las propicias de aquí al final de la liga. Si lo es, el ascenso se acercaría a Zaragoza.

En plena lucha con el Bruesa por la primera posición, es decir, hace casi un mes, el CAI Zaragoza tenía marcadas en color rojo dos jornadas en el calendario. Era en las que esperaba abrir brecha, en las que confiaba tomar la ventaja necesaria para lograr el ascenso directo. Esas dos fechas no eran otras que la jornada 28 y la 30. En la primera de ellas los rojillos visitaban La Laguna, su salida más complicada, y los vascos iban a Los Barrios. Todo salió a pedir de boca. Y ahora llega la trigésima cita, en la que el equipo de Curro Segura viaja a Melilla y el de Pablo Laso a la cancha del resurgido Inca. Este puede ser el último empujón hacia la ACB. Si los resultados son propicios el ascenso se acercará a Zaragoza. Primero, porque el CAI estará a las puertas de la elite y, segundo, porque ese hito podría confirmarse en casa dentro de una semana.


Llegados a este momento en el que los aragoneses rozan con su mano el objetivo, solo resta rematar la faena. Y cuanto antes mejor, ya que en caso contrario los nervios podrían afectar al cuadro rojillo. Para evitarlo y que los rivales, quienes ya piensan en el "play off", puedan renacer de sus cenizas, el equipo zaragozano debe dar el último acelerón, ese que puede precipitar los acontecimientos y provocar la fiesta del ascenso antes de lo previsto.


Si existe una jornada idónea para ello esa puede ser la que se disputa mañana. A pesar de que el líder de la LEB se mide con el verdugo del Bruesa la semana pasada, visita una cancha, la de Melilla, en la que los pupilos de Paco Olmos solo han ganado la mitad de sus compromisos. Siete victorias y siete derrotas es el balance de los melillenses en casa. Mientras, el CAI acumula once triunfos a domicilio. Su rival es de los irregulares, ya que ha pasado de quedarse en 48 ridículos puntos en su último duelo como local a vencer en la cancha de San Sebastián.


Por otro lado, los guipuzcoanos tienen uno de sus compromisos peligrosos en esta recta final de la competición, ya que viajan hasta Inca. El club balear sigue peleando por evitar el descenso, pero desde el mes de marzo ha sufrido una interesante transformación. De hecho, en sus últimos siete encuentros en casa han ganado cinco y, sin duda, son uno de los candidatos a darle otro susto a un Bruesa en horas bajas.


Un resultado positivo de los aragoneses y otro tropiezo vasco dejaría el ascenso en bandeja, algo que podría producirse una semana después en casa venciendo al Inca. Incluso si ambos conjuntos vencieran, los rojillos mantendrían opciones de alcanzar la ACB dentro de una semana. Otra cosa será en caso de derrota.


Por todo ello, los hombres de Segura no se fían y quieren mantener su racha, esa que les ha llevado a ganar nueve encuentros seguidos. "Tenemos que seguir mandando mensajes a Bruesa y Alicante de que el CAI Zaragoza no va a bajar los brazos. De ganar a Melilla, los mandamos positivos; si perdemos, les mandamos mensajes de que no está todo perdido para ellos", comentaba hace unos días Paolo Quinteros.


A pesar de ser una jornada, a priori, propicia, su compañero Victoriano lo ratificó: "Si perdemos este partido y el Bruesa gana el suyo, el ascenso se aleja. Por eso no queremos pensar más allá".