JUEGOS DE VANCOUVER

El rey de los saltos

Simon Ammann se convierte en el primer saltador de la historia que consigue cuatro medallas de oro

Simon Ammann sonríe con las dos medallas de oro logradas en Vancouver
El rey de los saltos
REUTERS

El suizo Simon Ammann, como ya hizo en 2002 en Salt Lake City, se llevó por segunda vez en su vida el oro en los dos trampolines de saltos de esquí nórdico, esta vez en los Juegos Olímpicos de invierno de Vancouver 2010, en donde arrasó en el normal y, ayer, en el largo.

 

Ammann, apodado 'Harry Potter' y que ya era campeón olímpico desde el trampolín normal, repitió medalla de oro ayer en el largo del Whitler Olympic Park, por delante del polaco Adam Malysz y el austríaco Gregor Schielernzauer, que también le acompañaron por este orden el primer podio de los Juegos canadienses.

 

El suizo alcanzó 140 metros en la primera ronda y 138 en la segunda para terminar primero con 283,6 puntos. Malysz, autor de su segunda plata, saltó 133,5 en la segunda ronda y sumó un total de 269,4 puntos, mientras que el joven Schlierenzauer, de 20 años, llegó a 130,5 en su primer intento y a 136 en el segundo para 262,2 puntos totales que le dieron su segundo bronce.

 

Ammann es el primer saltador de la historia con cuatro medallas de oro individuales. El legendario finlandés Matti Nykaenen también ganó cuatro oros olímpicos en su carrera, pero uno de ellos lo consiguió en la prueba por equipos.

 

"¿Qué puedo decir? Siempre tengo esa fuerza mágica para saltar lejos aquí y es increíble. La clave es estar relajado", señaló Ammann.

La comparación con otro suizo exitoso, el tenista Roger Federer, número uno del mundo, fue rechazada por el saltador. "Somos personalidades distintas. El es increíblemente consistente. Yo soy más una persona para momentos especiales", dijo.

Los Juegos, en el ecuador

El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, se ha mostrado satisfecho con el desarrollo de los Juegos Olímpicos de Vancouver, a pesar de un comienzo marcado por la muerte del atleta georgiano de luge Nodar Kumaritashvili. "Uno no puede estar feliz si un atleta muere", dijo el presidente del COI, Jacques Rogge. "Pero aparte de eso, después de un par de fallos al comienzo, los Juegos han sido buenos. Están avanzando muy bien", agregó.

 

La falta de nieve en los recintos en la montaña, especialmente en Cypress Mountain, obligó a los organizadores a llevar nieve en camiones y helicópteros para mantener el calendario de competencias. También se vieron forzados a cancelar 28.000 entradas debido a preocupaciones de seguridad tras el derretimiento de nieve en zonas cercanas al público. Otros fallos incluyeron el mal funcionamiento de las máquinas alisadoras de hielo, errores en el cronometraje y el cerrado del pebetero olímpico del centro que amenazaron con interrumpir los Juegos.