REAL ZARAGOZA

El reto en el Pizjuán: ahogar al Sevilla

Marcelino pretende asfixiar con una intensa presión al conjunto andaluz en el centro del campo e impedir que desarrolle su juego

Entre la galería de horrores zaragocistas de los últimos años, el 5-0 perpetrado en la temporada 2006-07 en el estadio Sanchéz Pizjuán ocupa un lugar destacado. Fue durante la breve estancia de Javier Irureta en el banquillo aragonés. El proyecto ideado por Víctor Fernández con el presupuesto más elevado en la historia del Real Zaragoza amenazaba la ruina que luego se consumó con el descenso a la Segunda División. Después de Víctor llegó Garitano. Ander apenas se mantuvo unos días en el puesto. Y luego apareció Irureta. Con el equipo destrozado, aniquilado, Manolo Villanova acudió a un rescate imposible. En toda esta sucesión de disparates, el encuentro ante el Sevilla quedará como exponente de aquel Zaragoza, como indicador de un tiempo que no puede volver a sufrirse. Aquel Zaragoza faraónico casi nada tiene que ver con el actual. A pesar de los rigores económicos, de las limitaciones de la plantilla de este curso, Marcelino García Toral propone una idea de equipo. Y con esa idea de equipo saldrá a muerte el próximo sábado en Sevilla. Presión, presión y más presión. Ahogar al Sevilla. Ese es el argumento que el conjunto aragonés defenderá en Nervión.

 

La renovación que ha sufrido la plantilla zaragocista después de atravesar el purgatorio de la Segunda División ha sido sustancial. Solo Ayala y Gabi repetirán presencia en el once el próximo sábado respecto al que se arrastró sobre el campo hace dos temporadas.

 

Afortunadamente, también hay otro entrenador, otro estilo de juego de aquel que hundió al club en la miseria de la División de Plata, un terreno impropio del club y de la capital aragonesa. Marcelino muestra sus argumentos todos los días. Ayer, a pesar de las numerosas ausencias que padece el cuadro a causa de la gripe FIFA, lo volvió a manifestar en la sesión de entrenamiento. Hoy lo pulirá definitivamente en el ensayo programado en el estadio de La Romareda.

Robo y fuga

Presión, presión y más presión. Robo y fuga rápida. Recuperación de la pelota y desplazamientos en busca de la velocidad de los delanteros. Marcelino lo reiteró hasta la saciedad ayer. También se apreció que Ponzio está comenzando a desempeñar un papel notable en la estructura futbolística que maneja Marcelino. El argentino ya demostró su entidad ante el Tenerife. Quizá se desenvuelva en Sevilla como mediocentro. Depende, en gran medida, del estado de forma que manifiesten Laguardia y, sobre todo, Obradovic, a su regreso de los compromisos internacionales. El canterano se reintegrará hoy a la disciplina zaragocista, mientras que el serbio apenas tendrá tiempo el viernes de pisar Zaragoza y embarcar rumbo a la capital andaluza.

 

Si la presión fue trabajada con intensidad ayer por Marcelino, habrá que esperar algún día más para programar la fuga: el desplazamiento de la pelota en busca de los puntas. La velocidad que aparecerá el sábado, ayer, igual que el lunes, trabajó al margen: Pennant se reserva para acelerar en Nervión. Su aporte puede ser vital. Igual que el de Arizmendi, eficaz ante el Tenerife en el estreno liguero . El Sevilla juega correctamente y su pegada es descomunal. Pero para jugar a la pelota y para pegarle después, hay que cogerla primero. Ahí es donde quiere meterle mano el trabajador Zaragoza de Marcelino.