Javier Paredes vuelve a respirar el fútbol después de tres meses condenado a la oscuridad, alejado de las convocatorias del equipo y resignado a entrenarse con el convencimiento de que aquello era todo lo que podía hacer, que nunca entraría en los planes del entrenador. Fulminado José Aurelio Gay, todo cambió para el Jabalí, a quien la velocidad tremenda que mueve al fútbol lo ha convertido en titular en un pestañeo gracias a la lesión de Ivan Obradovic. "Afronto esta etapa con mucha ilusión, trabajo y tranquilidad. A pesar de mi situación, siempre tuve confianza en mis posibilidades. Decidí quedarme en el Zaragoza porque pensaba que era un futbolista válido y que podía tener muchos minutos como titular en este equipo", señaló Paredes.

Sobre el lateral izquierdo asturiano, planeaba la sospecha del déficit competitivo, después de un tercio de temporada alejado de los partidos. Sin embargo, Paredes ha rendido de modo positivo. "El cambio de entrenador y la lesión de Obradovic me han colocado en el campo y creo que estoy respondiendo mucho mejor de lo que muchos podían esperar. No esperaba que pudiera jugar 60 minutos en mi primer partido".

Paredes explicó las causas de que no se hubiera resentido su punto de competición: "Gracias a mi personalidad y al duro trabajo que he realizado con Roberto Cabellud, el preparador físico con Gay, y Andrés Ubieto. He conseguido, en una circunstancia negativa, responder al nivel que se exige. Con esto se demuestra la profesionalidad de las personas".

Desde el primer momento, Javier Aguirre aclaró que Paredes era un futbolista de la plantilla como cualquier otro. El defensa asturiano trató los puntos de vista que dialogó con el entrenador mexicano. "A su llegado me comentó que si eran ciertos los informes que le habían pasado sobre mí. Le dije que estaba trabajando bien y que estaba bien físicamente. Que solo era una incertidumbre cómo podía responder en un partido. Javier me dijo que era uno más del equipo", señaló Paredes.

El club trató de sacar a Paredes de la plantilla porque su rendimiento no concordaba con su coste salarial. Así se lo dijo Antonio Prieto en julio. Pero Paredes, a quien le restan esta y otra temporada más de contrato con el Real Zaragoza, no halló destino tras estar muy cerca del Hércules. "Me comunicaron la idea de plantilla y que había dos jugadores delante de mí. Antonio Prieto siempre fue claro conmigo, yo respeté esa decisión técnica. No tengo acritud por eso. Yo no entraba en los planes y el club entendió mi situación tal y como estaba el mercado. Lo que no estoy de acuerdo es en cómo se intentó darme salida, no estoy muy de acuerdo en cómo se llegó a esa situación", concluyó.