CAI ZARAGOZA

El primer día D

El CAI Zaragoza está obligado a derrotar hoy a un rival directo como el CB Granada (12.15, ATV) si no quiere complicarse la vida con un exigente calendario en las próximas jornadas.

Paolo Quinteros ataca la defensa del Granada en el duelo de hace dos temporadas en la ACB.
El primer día D
HERALDO

Es la hora de vencer. Después de dos derrotas lógicas, como ante un 'grande' del nivel del Unicaja y en una cancha casi inexpugnable como la del Gran Canaria, al CAI Zaragoza no le queda otra que ganar hoy (12.15, Aragón TV) a un rival directo, al CB Granada. Este es el partido con mayúsculas, el que estaba marcado en el calendario y en el que no se puede fallar. Y es que un tropiezo ante los andaluces conllevaría un enorme sufrimiento aragonés de ahora en adelante, ya que los de José Luis Abós afrontan un calendario muy exigente. Se trata de estrenar cuanto antes el casillero de triunfos para respirar tranquilos, quitarse presión y con la presumible llegada de Carlos Cabezas la semana que viene ir trabajando con calma para sumar nuevas alegrías. Pero lo de hoy está claro. Es ganar o sufrir. El primer día D.

Cuando uno en verano repasaba las ocho primeras jornadas del conjunto zaragozano se iluminaba rápidamente la tercera, el duelo ante el Granada, como el más propicio para lograr una victoria. De hecho, ninguno de los dos contendientes ha ganado hasta la fecha y se encuentran en la zona baja de la tabla. Están llamados a ser dos de los que luchen por la permanencia y eso otorga a este duelo el cartel de 'primera final' para los rojillos.

Los resultados han sido los previstos y las sensaciones demasiado variables. El buen juego desplegado ante el Unicaja quedó olvidado con una desastrosa segunda parte en Las Palmas. Por eso los de Abós tienen que encontrar su equilibrio, una regularidad que les haga imponer su ritmo y dominar a un adversario que viene con algunos 'tocados' y con solo un base puro, un Nico Gianella que se ha recuperado a tiempo para el partido de hoy.

Quizá una de las armas que posee el cuadro de Trifón Poch es que resulta poco previsible. Salvando el hecho de que son pocos los jugadores que acumulan la inmensa mayoría de minutos, es difícil saber quién subirá el balón, en qué puesto jugará cada uno y cuál será el protagonista del encuentro.

Porque calidad tienen mucha los granadinos. Especialmente en sus refuerzos de este verano. Hombres como el ala-pívot Korolev o el 'center' Kurtz ya han mostrado sus dotes para esto del baloncesto. Además, el australiano Ingles, un 'tres' alto que vivirá su particular duelo con su compatriota David Barlow fue el segundo jugador más valorado de la pasada jornada.

A ellos se les unen jóvenes valores en forma del brasileño Paulo Prestes, pretendido este verano por el CAI; el ya experimentado en la ACB Koby Carl; o el senegalés nacionalizado español Mamadou Samb. Cualquiera de ellos puede tener su día, pero esta vez todo depende de los hombres de Abós.

Si el CAI quiere ganar, además de desearlo y creer en ello, deberá luchar de principio a fin. De nada sirve bajar los brazos como ocurrió en Canarias, ni estar falto de puntería como en el debut. El objetivo es mantener la concentración, ser intensos atrás y la calidad ofensiva saldrá a relucir por sí sola.

Los rojillos afrontan su gran oportunidad y están obligados a salir a la cancha a 'comerse' al rival desde el salto inicial. De nada vale pensar si en unos días llegará Carlos Cabezas o si es demasiado pronto para encender las alarmas. La realidad es esta. Si no se gana al Granada las opciones de triunfo en las ocho primeras citas se reducen drásticamente y un recién ascendido como el CAI necesita confianza rápidamente.

El público del Príncipe Felipe jugará un papel fundamental, puesto que derrotar a los rivales directos como local es una de las claves para conservar la categoría. Y la afición lo sabe.

Con la duda de Riera por problemas en los isquiotibiales y del rendimiento de Aguilar, que se reencuentra con el equipo de su ciudad tras sufrir un proceso febril, el CAI afronta su primer día D. Habrá muchos, pero alcanzar la primera victoria se presenta como objetivo fundamental a estas alturas de año.