WATERPOLO

El Pla-Za se condena

El conjunto aragonés desperdicia su última ocasión de salir del puesto de promoción.

"Si perdemos contra el Canoe nos merecemos el puesto en el que estamos", decía la víspera del partido el técnico, Ignacio Lobera. Pues sí, el Pla-Za se merece estar en la undécima posición, en el puesto de promoción por evitar el descenso después de perder merecidamente ayer. Y, ojo, todo apunta a que la permanencia se resolverá en la última jornada contra el Sevilla, con el que mantiene un margen de dos puntos. A rezar. Ayer, el Pla-Za tenía la mejor oportunidad de salir a flote ante un necesitado Canoe, que llegaba con tres puntos de más, tocado tras perder con el colista y ahora respira. El Pla-Za no solo necesitaba ganar, sino también superar el 'goal average' particular (ida, 6-3). Pero el equipo aragonés fue incapaz de apartar los nervios, jugar con cierta lógica, huir de los errores que le han condenado durante toda la temporada... Y en el marcador, el peor de los resultados.


En el Parque Deportivo Ebro el ambiente se fue caldeando poco a poco. Hay cosas que no cambian. Por ejemplo, que en tan decisivo duelo se designe a un árbitro madrileño. Piñero y su colega Buch terminaron por desquiciar a los jugadores, a los técnicos y al público, caliente, muy caliente. Pero tampoco hay una mutación en el juego del Pla-Za: estático y previsible. Sí es cierto que en la segunda vuelta ha habido una reacción (pese a que solo se ha ganado al Mediterrani), sobre todo porque la media goleadora ha mejorado. Aunque ayer, visto el primer parcial... El zaragozano Juanjo Sanz marcó el único gol en los primeros ocho minutos; Andreo, bajo los palos, paró todo tiro que le llegaba, ¿y los demás? Garriga, uno de los veteranos, llevaba su guerra particular con Carlos Sanz y con todo el que se le cruzara. Mirkovic logró dos goles, pero todavía no sabe dónde y a qué juega. A Filipovic se le escurrieron todos los balones; se empeña en lanzar y lanzar, sin acierto claro. Mongrell y Bisquert son capaces de lo mejor (dos dianas el catalán) y lo peor (errores infantiles que animan al rival). Sakac y Ciutat pueden luchar desde la boya como jabatos: hasta 16 exclusiones forzaron, 16 jugosas oportunidades de jugar con un hombre de más en el agua. ¿Cuántas resolvió el Pla-Za? ¡Cinco!


El Canoe dio la vuelta a un partido que perdía por dos tantos mediado el segundo cuarto (5-3) con un parcial de 0-4 que dejó muy tocado al Pla-Za (5-7), que hizo un último esfuerzo y forzó la igualada antes de llegar a los decisivos últimos ocho minutos. Y fue entonces cuando todos los males del Pla-Za se hicieron más evidentes: regalos de balón, fallos en defensa, lanzamientos sin fe... A falta de un minuto y medio para el final, Borja Hernández logró el definitivo 9-10 y se acabó. "El Canoe ha jugado a su manera y lo ha hecho perfecto. Tiene limitaciones pero se ha demostrado que nosotros tenemos más. Estamos donde nos merecemos", remataba Lobera al final partido.