WIMBLEDON

El partido interminable

El eterno encuentro entre Nicolás Mahut y John Isner se aplazó ayer por falta de luz tras 10 horas de juego y empate a 59 en el quinto set. Es el choque más largo de la historia.

Imagen del marcador con empate a 47. Aún hicieron una docena de juegos más cada uno.
El partido interminable
AFP

Lo más parecido a la eternidad. Eso fue lo que sintieron los espectadores que decidieron asistir al choque entre el francés Nicolás Mahut y el estadounidense John Isner. Un encuentro que empezó el martes y que aún no ha terminado. Tras diez horas de encuentro el marcador reflejaba un empate a 59 juegos en el quinto set, pero la falta de luz obligó a aplazarlo hasta hoy jueves. Los aficionaros que acudieron a un discreto partido de segunda ronda de Wimbledon no podían ni imaginar que verían un partido histórico. Y no por el juego desplegado en la pista, ni por intercambio de golpes espectaculares, sino por la desconocida duración del partido. Nunca nadie necesitó tanto para ganar. Transcurridas más de ocho horas, los rostros del público reflejaban una mezcla de incredulidad, sorpresa y desconcierto. Lo que empezó como un partido de tenis se convirtió en una maratón de raquetazos. Un partido interminable.


No podrían pensar en un reclamo mejor para el torneo. Sin embargo, Mahut e Isner les ofrecieron una hazaña mayor. Y eso que el choque comenzó como uno más. La sucesión de sets iba a buen ritmo. Isner se adjudicó la primera manga por 6-4 en apenas 32 minutos. El jugador francés solo necesitó 29 minutos para responder con un 6-3 en el segundo set. La tercera y cuarta manga se resolvió con un 'tie break' en un presagio de lo que ocurriría después, ya que ambos jugadores defendieron con ardor su servicio.


Pero la falta de luz obligó a aplazar el partido hasta el día siguiente. Ayer, miércoles se reanudó el quinto e interminable set. Ninguno de los jugadores era capaz de conseguir el 'break'. Cada uno defendió su servicio con seguridad, sin dar opciones al rival. El anterior record se produjo en el año 2004. Entonces, los franceses Fabrice Santoro y Arnaud Clement lucharon durante seis horas y 33 minutos en la primera ronda de Roland Garros. El marcador final del quinto set reflejó un 17-15 favorable a Santoro.


Sin rendirse

En Londres las horas pasaban y en la pista nada cambiaba. Los jugadores estaban exhaustos, con evidentes gestos de cansancio, donde cada paso era una invitación a los calambres y dolencias musculares. Pero la tenacidad de Mahut e Isner era firme. La oscuridad se cernía sobre la pista 18 del All England Club.


El boca a boca sobre la gesta que estaban protagonizando los dos tenistas recorrió todo el recinto. Cientos de curiosos se aglomeraron para observar un hecho histórico. Solo la ausencia del rey sol consiguió detener el choque. El partido interminable continuará. Hoy también, el número uno del mundo, el español Rafael Nadal, se medirá mañana ante el holandés Robin Haase en el tercer turno de la pista Central.