EN SUDÁFRICA

El Mundial acelera la justicia

Casi inmediatamente después de ser detenidos durante el Mundial de fútbol por atracos, estafas y robos, los primeros delincuentes son condenados a duras penas de cárcel.

La Justicia de Sudáfrica ha apretado el acelerador y nunca fue tan rápida como ahora. Casi inmediatamente después de ser detenidos durante el Mundial de fútbol por atracos, estafas y robos, los primeros delincuentes son condenados a duras penas de cárcel.


Los sudafricanos no salen de su asombro. Tal velocidad es algo desconocido en el país, donde un alto índice de criminalidad hace frente a un porcentaje de condenas extremadamente menor.


No extraña, por lo tanto, que los sudafricanos estén fascinados por el potencial que saca de repente a relucir su sistema judicial.


"Es una verdadera vergüenza que en épocas normales no se actué con la misma celeridad que en el Mundial" resumió la política opositora Diane Köhler-Barnard los sentimientos de muchos de sus compatriotas. E hizo hincapié en el hecho de que en los laboratorios forenses de la policía hay un atasco de 26.112 casos sin resolver.


En el aparato judicial el problema es el mismo. "Si pudiéramos mamtener nuestro sistema de derecho penal a tal ritmo, eso sería el mejor legado de este Mundial", opinó Köhler-Barnard.


Johan Berger, criminólogo del Instituto de Estudios de Seguridad (ISS) de Pretoria, es de la misma opinión. Además, las inusuales altas penas impuestas por los tribunales especiales del Mundial tienen un efecto disuasorio.


Los dos delincuentes que asaltaron a un equipo portugués-español de periodistas fueron condenados pocos días después a 15 años de cárcel.


"Las posibilidades de cometer delitos sin castigo son cada vez más escasas", señaló Berger al respecto.


Sudáfrica se ha tomado muy en serio que debido a su elevados índices de criminalidad muchos potenciales visitantes renuncian a visitar el país. Y pretendía por ello sentar un precedente durante el Mundial.


En total fueron creados para el Mundial 56 tribunales sumarios, que disponen de 110 jueces y 260 fiscales, así como de casi 200 intérpretes para los más diversos idiomas. A ello se suma un gran contingente de 44.000 policías que aseguran los estadios, las zonas de aficionados y los alojamientos de los equipos participantes.


Alrededor de 1.200 millones de rands (unos 147 millones de dólares) se destinaron para la modernización del grupo, que es asimismo respaldado en el Mundial por numososos asesores extranjeros.


Los primeros resultados son excelentes. Expertos de seguridad confirman informaciones del gobierno respecto a que la cifra de delitos en el país descendió de modo sensible en los últimos meses, no sólo en las sedes del Mundial.