BALONCESTO FEMENINO

El Mann Filter recupera la ilusión

El conjunto amarillo arranca el sábado una liga en la que quiere retornar al sitio que ya ocupó

La plantilla del Mann Filter posa en círculo en torno al gran protagonista, el balón.
El Mann Filter recupera la ilusión
ESTHER CASAS

Aquel Mann Filter que disputaba los 'play off', que luchaba por el título en la Copa de la Reina y que incluso llegó a jugar en Europa, había quedado totalmente olvidado por las penurias de los últimos años. De hecho, la campaña pasada se perdió la máxima categoría y todo pintaba muy negro para las amarillas. Sin embargo, casi de la noche a la mañana, el conjunto zaragozano ha vuelto a la Liga Femenina, tras adquirir la plaza del San José de León, ha confeccionado una plantilla de garantías para luchar por aquellos viejos objetivos e incluso retorna a la competición continental aún sin merecerlo, o mejor dicho, sin habérselo ganado. Este mismo sábado arranca la temporada y las aragonesas, de la mano de Víctor Lapeña, buscan ese sitio que dejaron, el de mitad de tabla hacia arriba y no el de los problemas por abajo. Y curiosamente lo hacen en la cancha en la que se consumó la última catástrofe, el mítico Antonio Magariños en el que juega el Estudiantes.

 

Con este nuevo panorama, el Mann Filter recupera la ilusión y la traslada a sus seguidores. El propio Lapeña reconoce que "todos tenemos que estar en una nube en cuanto a que casi de la nada el equipo ha vuelto a la liga, a Europa y a volver a ilusionar con esta plantilla. Estamos contentos, pero con los pies en el suelo porque esta liga es complicada y hay que hacer bien las cosas y trabajar duro".

 

El grupo ha cambiado mucho. Algunas piezas clave del pasado como Paula Palomares o Estela Royo pasan a tener un papel menos protagonista, lo contrario que la joven base Cristina Ouviña. Se han recuperado a varias 'ex' con peso específico, como las pívots Lucila Pascua y Katia Da Silva; y se han fichado jugadoras de mucha calidad, tales como Ciudariene y las americanas Feaster y Dickson. El equipo promete. Y lo hace "porque hemos hilado muy fino con el presupuesto -dice Lapeña-. No es de los presupuestos altos, es de nivel medio. Tenemos una base con jugadoras de la casa y el mercado nos ha permitido traer a ciertas jugadoras de garantías".

 

El equipo, además, llega al inicio liguero en un buen momento, tras una preparación en la que ha ganado todo lo que ha jugado salvo su primer amistoso: "Ha sido una pretemporada muy correcta, hemos ido de menos a más. Lo importante es que no ha habido lesiones graves. Nadie ha tenido que parar y eso nos ha permitido trabajar juntos, conocernos. Yo les he dicho a las chicas que me están dando una pastilla para soñar. Veo que mi equipo juega como entrena y eso da muy buenas sensaciones".

Sin obligaciones

A pesar de esos buenos presagios, el técnico no quiere lanzar las campanas al vuelo. Al contrario. "Lo que no tenemos que perder es el norte. Hay mimbres, pero no hay que ser presuntuosos y tener cuidado con esta liga. Quitando los tres primeros (Ros Casares, Perfumerías Avenida y Rivas) lo demás está todo muy parecido y algunos que parecen tener menos talento son equipos hechos o en construcción. Es cierto que este equipo tiene que intentar trabajar para tocar esa octava plaza, pero obligación no hay ninguna", aseguró.

 

La competición europea quizá llegue demasiado pronto para un proyecto recién salvado, pero Lapeña insiste en que "hay jugadoras que están acostumbradas a ello. Es un reto muy bonito. Parece extraño, pero cuando colocas gente preparada no es tan raro". Y cree que el grupo que les ha tocado es "pequeñito, pero exigente. Vamos a intentar dejar un buen sabor de boca y creo que no va a salir mal".

Por último, indicó que "en casa es clave que el equipo gane a sus rivales directos. Ojalá venga más gente, ese sería nuestro sueño".