¡Victoria! El Huesca ya sabe lo que es ganar en casa. Lo había merecido antes, pero el factor diferencial ayer fue la pegada, un acierto brutal. Los azulgrana mataron al Alcorcón en siete minutos.

El resto fue casi un pasatiempo. El triunfo no les saca de pobres, pero presenta un innegable y contundente valor simbólico. Despeja las cabezas y descarga de ansiedad al grupo, que se siente capaz de dominar a un contrario, hacerle tantos y recibir el aplauso de la grada. Como siempre había sido. Así se labrará la permanencia.

El partido comenzó, y habría que decir que terminó, con un penalti. Desde fuera, puede ofrecer dudas que Bermúdez estirase el brazo para interceptar un centro de Gilvan por la derecha. Desde luego, si el línea lo vio claro y señaló la acción a Ceballos Silva, bien pitado está. El zaguero protestó la jugada y vio dos amarillas, la de la falta y la de la queja. A la calle entre lamentos. Camacho transformó. Entre que el Alcorcón no había comenzado la tarde demasiado católico y que con muy poco, con el abecé del fútbol, el Huesca había arrinconado a los madrileños, verse en desventaja y en una situación que juzgaban injusta les llevó derechos al matadero. El Huesca hizo dos goles más entre mordisco y mordisco al bocadillo.

Ficha

SD Huesca: Andrés, Molinero, Echaide, Corona (Ochoa, 46), Robert, Sorribas, Sastre, Bauzá, Gilvan (Jokin, 87), Camacho y Roberto (Gallardo, 68). Alcorcón Manu Herrera, Anaurbe, Rueda, Hernández, Bermúdez, Sales (Sánchez, 26), Mora, Samuel (Carlos, 78), Rubén Sanz, Borja (Montañés, 67) y Quini.

Goles: 1-0, min. 18: Camacho, de penalti. 2-0, min. 22: Camacho. 3-0, min. 25: Gilvan. 3-1, min. 29: Rubén Sanz. Árbitro: Ceballos Silva (colegio extremeño). Expulsó por doble amonestación a Bermúdez en el min. 17. Amonestó a Sorribas, Corona, Robert, Echaide y Sanz. Expulsó, además, al técnico visitante, Anquela Incidencias: unos 3.000 espectadores en El Alcoraz. Tarde fría.