La Sociedad Deportiva Huesca se ha planteado alcanzar la cota de los 4.000 socios en las dos semanas que restan de septiembre, coincidiendo con las dos salidas consecutivas que tiene el equipo azulgrana a los campos de Tenerife y Elche. El buen inicio del conjunto de Antonio Calderón ha espoleado aún más los ánimos de los aficionados, por lo que puntuar en los próximos desplazamientos podría resultar determinante en el empuje final de la campaña de captación de socios.

El presidente del club, Armando Borraz, reconoció ayer en estas mismas páginas que el objetivo de los 4.000 abonados nunca le pareció "desmedido". El dirigente azulgrana señaló textualmente que "desde el momento en que nos planteamos alcanzar esa cifra, estaba convencido de que podíamos llegar a ella".

La buena imagen ofrecida en los encuentros disputados hasta la fecha, incluido el día de la eliminación copera frente al Rayo Vallecano, sirve para atraer a los seguidores más rezagados. "Estamos casi en los 3.800. Ahora hay dos semanas en las que el equipo juega fuera de casa y en las que pensamos que puede completarse un objetivo que estaría muy bien para un club como el Huesca y una ciudad como ésta.

Salida a un terreno complicado

Tenerife y Elche son los próximos encuentros que llevan a los de Antonio Calderón lejos de Huesca. El cuadro tinerfeño es quinto en la clasificación con seis puntos después de dos victorias. Es el equipo más goleador, con nueve dianas, pero también el conjunto más goleado (siete tantos recibidos), etiqueta que comparte precisamente con el Elche. Ángel y Nino firman tres goles cada uno para los canarios. Es la única delantera que supera hasta el momento en acierto a la temible pareja que en el Huesca forman Rubén Castro y Roberto García.

Menos asusta, si es que puede hablarse así tan pronto, el Elche, que no ha tenido un arranque muy sólido, ya que es uno de los tres equipos, junto con Murcia y Celta de Vigo, que todavía no han conseguido puntuar. "Veo al equipo capaz de sacar resultados positivos en estos encuentros", aseguraba el presidente Borraz, recién terminado el duelo ante el Éibar.

Obras a destajo

Con vistas a esa sexta jornada contra el Celta de Vigo, en el regreso del equipo al estadio del Alcoraz dentro de tres semanas, para el que la directiva aspira ya a contabilizar cuatro mil fieles, el club trabaja a destajo con diferentes y varios frentes abiertos, aunque centrado sobre todo en el refuerzo del aspecto de la iluminación -al añadir más focos a cada una de las torretas- y el edificio anexo a la entrada del Alcoraz.

El propósito es aprovechar el margen de tiempo que brinda el calendario para dar un acelerón crucial a estas reformas, uno de cuyos objetivos es ampliar lo máximo posible el aforo, aunque apenas puedan ganarse algunas decenas de asientos.

Ayer los diferentes operarios trabajaban sin desmayo tanto por fuera como por dentro del estadio. En el interior se procedió al derribo del muro frontal delimitado por el palco destinado a las autoridades.

Esfuerzos todos ellos encaminados a procurar la comodidad y del público y el correcto desarrollo del trabajo que llevarán a cabo los medios de comunicación cuando el Celta de Vigo se desplace a Huesca.