REAL ZARAGOZA

El extraño caso de Longás

Por cada minuto que juegue el centrocampista aragonés en el equipo de Pep Guardiola, el club catalán será penalizado. Pedro Herrera impuso este tipo de cláusulas en el traspaso, a pesar de que puede recuperar al jugador en junio de forma gratuita.

A Pedro Herrera, secretario técnico del Real Zaragoza, parece no interesarle en exceso la progresión futbolística de Antonio Longás. Todo lo contrario. En cuanto tuvo conocimiento de que el destino del canterano podría ser el Barcelona, comenzó a introducir impedimentos en el nuevo camino que se le abría al jugador.


El centrocampista no entraba en los planes de Marcelino García, tal y como le comunicó el Real Zaragoza el pasado mes de junio, cuando ni siquiera se había consumido la campeonato liguero en la Segunda División. Al menos, eso se anunció desde la secretaría técnica del club, que le transmitió entonces al jugador un único mensaje: no debía quedarse en el Real Zaragoza, y por ello nadie pondría impedimento alguno para su marcha; incluso se le facilitaba la carta de libertad para sellar su vinculación con el Nástic, el Salamanca, el Tenerife o el Alavés.


Pero surgió entonces el interés del Barcelona. Y todo cambió. Aunque, desde el primer momento, la contratación del jugador iba destinada a reforzar al filial azulgrana, el Zaragoza modificó radicalmente su postura inicial. Y se desmarcó con reclamaciones misteriosas que, sin embargo, no lograron activar la renuncia del Barcelona: contra todo pronóstico, el club catalán aceptó finalmente cada una de las condiciones implantadas por el club aragonés. Y Longás pudo, al fin, elegir su propio destino.


Sin embargo, aquel traspaso suscita aún numerosas suspicacias. Sobre todo por la singularidad del contrato impuesto por la secretaría técnica del Real Zaragoza, con infinidad de cláusulas exageradas, condiciones desmedidas y penalizaciones sorprendentes que, en gran medida, entorpecen el crecimiento futbolístico del jugador; y que, además, repercuten negativamente en los intereses del propio club aragonés. Un contrasentido, teniendo en cuenta que el Real Zaragoza podría recuperar al centrocampista la próxima temporada, y además sin tener que realizar desembolso alguno por su recompra.


Ahí se establece la primera contradicción: el Real Zaragoza puede rescatar a Longás, de forma gratuita, en junio de 2009; y le interesaría, por ello, la revalorización del futbolista, un incremento de su potencial, el perfeccionamiento de su juego, su conveniente desarrollo competitivo… No obstante, las pretensiones del club aragonés parecen apuntar en el sentido contrario, tal y como anuncian las opresivas cláusulas que el propio Zaragoza ha introducido en el contrato del centrocampista. Penalizaciones que condicionan la progresión del jugador con un lastre absurdo.

Penalizaciones


Entre otras muchas exigencias, el Barcelona está obligado a pagar al Real Zaragoza si Longás debuta, en los dos próximos años, con el primer equipo azulgrana. Y en este sentido, el club aragonés no ha ofrecido ninguna concesión. Ni siquiera la Copa Cataluña, una competición insustancial, queda exenta de una importante compensación económica. Al contrario, la participación de Longás en la Copa Cataluña sería igual de costosa para el Barcelona que si el futbolista se estrenase en un partido de Liga, de Copa del Rey e incluso de Liga de Campeones.


Y eso que la Copa Cataluña adquiere un papel irrelevante en los objetivos del Barcelona, que utiliza la competición regional para conceder minutos a los valores más prometedores de su cantera. El torneo podría ser un atractivo escaparate para la revalorización de Longás; pero la secretaría técnica del Zaragoza, pese a la posibilidad de recuperar al futbolista gratuitamente en 2009, se ha mantenido inflexible en su postura.


No son las únicas restricciones. En el caso de que el Barça optara por inscribir a Longás en su primera plantilla, debería "compensar" al Real Zaragoza con un millón de euros. Una imposición que, llegado el momento, podría suponer otro significativo menoscabo en el desarrollo del jugador, ya que el desembolso del Barcelona no modificaría las condiciones inicialmente acordadas: en el primer año, el Real Zaragoza siempre tendrá la posibilidad de recuperar a Longás de manera gratuita.