El DKV hace historia

El DKV Joventut de Badalona vio coronado en Turín su proyecto de cantera y juventud, su baloncesto alegre y festivo, al proclamarse campeón de la Copa ULEB en el Palavela de Turín, frente a un Akasvayu voluntarioso, pero demasiado cansado, incapaz de contrarrestar el talento de la 'Penya'.

El equipo de Aíto García Reneses se lleva de Turín un nuevo título europeo, tras la Copa del Rey lograda en Vitoria, y un billete a la Euroliga, premios que le acreditan como uno de los equipos del momento. Pocos clubes disfrutan de una plantilla tan equilibrada y en tan dulce momento de juego. Al frente, la serenidad de Aíto, espíritu de un equipo que representa el baloncesto espectáculo.

Ni siquiera necesitó el Joventut recurrir a la mejor versión de Rudy Fernández para doblegar al Akasvayu (54-79). Ha adquirido tal jerarquía deportiva que su talento natural le permite despachar los partidos con toda la naturalidad del mundo. Se impone a sus rivales desde el escudo de la camiseta. Si no le funciona su planteamiento, suele tener un plan B para sobreponerse a las adversidades. Ocurrió en Turín, frío escenario de la primera final a ocho de la ULEB. La 'Penya' llegó como favorita y se embolsó el título con un baloncesto más eficaz que reluciente.

Aunque no comenzó demasiado bien ante el Akasvayu, acabó por imponer su ADN y su peso específico en el momento decisivo de la final. Empezó el Joventut despistado, anulado por la defensa gerundense, pero rectificó a tiempo.

La defensa individual planteada por la 'Penya' no tardó en dar sus frutos. Además, apareció Moiso, infranqueable en la pintura, una pesadilla para Marc Gasol. Y con Rudy ya en pista, el Joventut se puso por delante y poco después rompió el partido.

A falta del último periodo, la afición verdinegra ya celebraba el título. Con 21 puntos de ventaja, mayor experiencia en partidos decisivos y una plantilla más amplia, los hombres de Aíto se dedicaron a rentabilizar su ventaja.

El Estudiantes se hunde

Mientras, en la ACB el MMT Estudiantes vivió una jornada negra tras caer derrotado ante el Kalise Gran Canaria, derrota que unida a las victorias de sus rivales por la salvación, Cajasol, Fuenlabrada y Ricoh Manresa, le ponen muy cuesta arriba la permanencia.