Las relaciones entre Real Zaragoza y Huesca no viven sus momentos más felices. El interés blanquillo en incorporar al guardameta Toni Doblas ha generado un gran malestar entre los rectores oscenses. El club altoaragonés no desea desprenderse del sevillano “en ningún caso” y consideraría una “agresión” el hecho de que el club blanquillo depositara la cláusula del jugador, de algo más de 300.000 euros, en la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Es más, supondría la “quiebra” en las relaciones históricas de los dos principales clubes aragoneses. En estos términos se expresaba la entidad azulgrana en una nota oficial colgada en su web el jueves, pocas horas después de que la noticia se hiciera pública. Por su parte, el Real Zaragoza comunicó ayer por la noche que “no ha planteado ninguna oferta” por Doblas. Además, indicó que “en caso de interés por dicho jugador o cualquier otro, el Real_Zaragoza se dirigiría en primera instancia a los rectores del Huesca”.

El Huesca se refería a que algunos técnicos del club zaragocista se dirigieron a Doblas para expresarle el interés en que regrese a La Romareda de manera inmediata; es decir, que no hubo contactos directos entre las directivas de las dos instituciones. La nota añadía a este respecto que “el silencio de los actuales rectores del Real Zaragoza ante la directiva de la Sociedad Deportiva Huesca es total”. El texto continuaba, en un tono dolido y contundente: “El desdén por utilizar la vía reglamentaria que obliga a negociar entre clubes en primer lugar acarrea la justa sanción de la FIFA, pero se da en este caso por encima de la fría normativa, la quiebra de la relación histórica entre entidades fraternalmente vinculadas”.

De hacerse realidad la compra de Toni Doblas, con lo que el Zaragoza daría un paso decisivo en su afán de desprenderse de Javier López Vallejo, se daría una situación similar a la que en marzo de 2008 provocó la salida del técnico Manolo Villanova y del preparador físico Roberto Cabellud del equipo altoaragonés con rumbo a la capital zaragozana, un momento crítico que se saldó con la llegada de Onésimo al banquillo y el posterior ascenso a Segunda División. También se recordaba este hecho en la nota oficial en forma de crítica a los gestores zaragocistas: “Debe ser (sic) una forma de entender el fútbol y la vida. Ni en uno ni otro caso, coinciden con el estilo de la Sociedad Deportiva Huesca. Sabemos que el Real Zaragoza es mucho más que las personas que van en tránsito por él, pero tampoco ignoramos que la historia de los clubes se labra con los gestos de quienes los representan cada día”. Asimismo, el Huesca agradecía al portero andaluz el tono de sus declaraciones. Doblas aseguraba a HERALDO que estaba a su vez “agradecido al Huesca, que me fichó cuando estaba sin equipo”. Doblas, como recordaba la nota, no siguió en el Zaragoza al final de la temporada pasada, que le descartó en forma de una oferta a la baja y que ahora le ofrece un contrato por lo que resta de temporada (a partir del 2 de enero, plazo en que se abre el mercado invernal) y la siguiente. Señalaba Doblas que “tengo un año de contrato con una cláusula de rescisión por si algún club se interesa por mí”.

En un tono más grave, la nota terminaba con la aseveración de que “la Sociedad Deportiva Huesca, en defensa de los intereses de sus accionistas y aún mucho más de la ilusión de sus aficionados, anuncia que incluso en el supuesto de que fuera depositada la cantidad pactada (300.000 euros más IVA) en la Liga de Fútbol Profesional, se consideraría un acto de dañada amistad, una agresión a los intereses de la Sociedad Deportiva Huesca que en ningún caso desea desprenderse de su jugador. Nadie en nombre de la Sociedad Deportiva Huesca firmará un documento que autorice su salida del equipo”. El club azulgrana cuenta a día de hoy con cuatro guardametas (Doblas más Miguel Martínez, Jorge Larrosa y Dani Hernández), y el sevillano se había hecho con la titularidad.