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El CAI Teruel toma nota

Tras la derrota del pasado martes, ante el Noliko Maaseik, el conjunto aragonés asume sus errores y hace propósito de enmienda, convencido de revertir la dinámica negativa en los próximos partidos.

Noliko Klinkenberg remata ante el triple bloqueo del CAI.
El CAI Teruel toma nota
CEV

Julián García-Torres, 'el largo' en sus delirantes monólogos, 'Juli' majestuoso en la red, mantiene siempre un contagioso optimismo, como el que transmite el brillante color naranja del traje de viaje del CAI Teruel. La ácida resaca que dejó la derrota del conjunto que gestiona Óscar Novillo contra el Noliko Maaseik (3-1), la segunda en la 'Champions', la tercera en siete días, invita a la preocupación, estado que alimentaban los jugadores y el cuerpo técnico al final del partido. García-Torres siempre guarda una sonrisa y trata de ver la cara en el revés: "Esta es una mala racha que tiene que acabar. Tenemos capacidad para cambiar esta dinámica, depende de nosotros. Hay margen de mejora. Tomamos nota". Es el mensaje que también traslada el grupo. Progreso en el juego que aporte confianza, alegría y actitud en la pista, especialmente en los partidos trascendentales. Sensaciones que el martes no trasladó en el coqueto Lotto Dôme de la acogedora Maaseik, feudo de un inspiradísimo Noliko. Con un rendimiento inferior en todas las facetas, los argumentos del CAI Teruel perdieron consistencia, y dieron alas a un rival que, con una disciplina espartana, le dio un repaso de juego, especialmente en las dos primeras mangas.


La pasada temporada en el debut en 'Champions', otro equipo belga, el Roeselare, dejó claro al CAI que con orden y concentración se pueden sumar triunfos, como los que añadió en su casillero en la ida y en la vuelta en Los Planos. El Noliko muestra un bloque notable, pero es que el CAI fue capaz de convertirlo en sobresaliente y a algún jugador (enorme el receptor holandés Jelte Maan; cómo celebraba por la noche su exhibición en el país de la cerveza) hacerlo internacional. El rendimiento en las dos primeras mangas fue casi perfecto: agresivo saque, inmaculada recepción, potente ataque, contundencia en bloqueo (14 puntos por 8 del CAI). El colocador Van Harskamp, otro holandés, se empachó de ricos balones al servicio de dos puntas (Maan y Klinkenberg) capaces de salvar con total solvencia cualquier defensa en la red del CAI. En diagonal, por el centro?

Todo lo aplaudido en el Noliko fue demérito en el CAI: Cáceres y Batista nunca estuvieron en el partido (desaprovechar el escaparate de la 'Champions' es terrible); no hubo defensa en la segunda línea y las manos temblaron en el remate. La nota positiva, la aportación de Oroz y Rojas: al menos le pusieron ambición. "La sensación de alegría en el juego y la actitud que se vieron contra el Cuneo no se plasmaron en Maaseik. No hay reproches que hacer al grupo porque se trabaja bien. El equipo se hace poco a poco y las soluciones se encuentran siempre cuando ya está más cuajado. La profesionalidad nos va a llevar a tener una reacción, pero es normal que las derrotas generen dudas". Novillo trataba ayer, en el viaje de regreso desde Maaseik hasta Teruel, hacer una lectura positiva del tropiezo. Un trabajo psicológico de saber canalizar los distintos estadios anímicos, especialmente cuando se pasa de la euforia por tutear a un grande, como el Cuneo, a la ansiedad por la obligación de ganar a un adversario, el Noliko, para seguir vivo en la 'Champions'.


El campeonato continental descansa una semana y no vuelve hasta el 8 de diciembre, cuando en Los Planos aterrice el Radnicki Kragujevac. En medio la Superliga, cuyo liderato perdió el sábado pasado. El CAI hace sus cuentas y sigue dando valor al punto logrado contra el Cuneo. Siempre que, en el encuentro del 6 de enero, se cumpla la lógica y supere al Noliko por 3-0 o 3-1. Para este razonamiento hay que partir de la premisa de que el CAI superará en los dos 'match' a la escuadra serbia y que el Noliko sucumbirá ante el Cuneo en los duelos del 8 y el 15 del próximo mes, este último en el Lotto Dôme, feudo que, por ahora, nadie ha osado profanar.