BALONCESTO

El CAI da un recital en León y ya es líder

El equipo de Abós jugó con una gran intensidad desde el inicio, se escapó pronto en el marcador y acabó vapuleando a un flojo Baloncesto León (64-87). Gran actuación del australiano David Barlow (25 puntos).

Paolo Quinteros, foco de atención ayer en León, intenta el triple
El CAI da un recital en León y ya es líder
JESÚS FERNÁNDEZ/DIARIO DE LEÓN

No hay mejor manera de acceder al primer puesto de la liga que dando todo un recital de intensidad y de juego. Eso es lo que hizo anoche el CAI Zaragoza en su visita a León. Se mostró tremendamente agresivo desde el salto inicial, se escapó en el marcador rápidamente y acabó endosando una soberana paliza a un flojo rival. Merced a una concienzuda y dura defensa, a su solidez ofensiva y a una gran actuación colectiva y, muy especialmente, del australiano David Barlow, quien acabó con 25 puntos casi sin fallo, los rojillos dejaron sentenciado el encuentro y se colocan en cabeza de la competición, con el mismo número de victorias que el Melilla. El día en que los de Abós obtuvieron el gran premio ofrecieron un gran partido, aunque es cierto que el adversario apenas inquietó con Humphrey y luego se limitó a intentarlo desde la línea de tres.


Cuando el premio es tan suculento como el liderato de la LEB Oro no se pueden escatimar esfuerzos. El CAI lo sabía y saltó a la cancha del Palacio de los Deportes de León a comerse a su rival. Ni dejarse influenciar por el carácter emotivo del choque ni nada. La primera canasta del partido la 'enchufó' Paolo Quinteros en su vuelta a León, de donde salió en medio de la polémica y ayer fue recibido con división de opiniones; y la segunda se la dio él mismo a otro que retornaba a la capital leonesa, Pedro Rivero. Fue la presentación de un CAI que no quería dejar escapar esa gran oportunidad.


De hecho, su primer cuarto fue espectacular. Con una gran defensa con la que dejó al León en diez puntos, su ventaja llegó pronto. Con 4-12 el técnico local tuvo que pedir el primer tiempo muerto. Pero nada iba a cambiar, ya que el CAI seguía a lo suyo, todos sumaban. Si no era Barlow era Phillip o si no Martín y Junyent que entraron desde el banco. Todo era entrega atrás y acierto de cara al aro rival y de ese primer cuarto ya se salió 14 arriba.


El equipo aragonés estaba de dulce y dos triples de Nacho Martín hacían creer que el partido acabaría antes de la cuenta. Sin embargo, el CAI solo tuvo un pequeño lunar, unas pequeñas dudas que se generaron cuando la defensa bajó algo su intensidad y Humphrey, Rocchia y Antelo anotaban varias canastas que ponían a los leoneses a tan solo seis puntos.


Un espejismo. Porque cuando un equipo como el CAI tiene tantas armas y tan engrasadas como ayer con un pequeño arreón el partido vuelve a decantarse de su lado. Primero lo propició un Phillip letal desde la media distancia y después un espectacular Barlow. Ya se presuponía que el australiano podía hacer trizas la defensa local, pero se intuía que podía ser al poste bajo. Sin embargo, el rubio anoche dio un recital de canastas de dos y de tres, con solo dos fallos en los tiros de campo, y abanderó la estirada definitiva de los rojillos.


Los dos, el británico y el australiano, parecían auténticos NBA por su puntería. Primero uno, luego el otro y, para aderezarlo, unas buenas defensas que hicieron que casi nada más volver del vestuario la ventaja aragonesa se fuera por encima de los 20 puntos. Ni siquiera el hecho de que el partido se volviera algo loco de una zona a otra interrumpió la escalada del CAI, que mediado el tercer periodo tenía totalmente controlado y finiquitado el encuentro.


A la fiesta se unía un Otriol Junyent, acertado desde lejos, mientras que el León, ya con Humphrey en el banquillo para que descansara, solo probaba fortuna desde más allá de la línea de tres. Y no tuvo nada de suerte.


Era cuestión de que pasaran los minutos para certificar el liderato del CAI. Javier De Grado incluso intentaba una última reacción aplicando una defensa zonal. Pero con el gran acierto de los tiradores rojillos esa tampoco fue la solución.


Quizá lo mejor de todo es que con el encuentro ganado el equipo de Abós siguió defendiendo duro, mantuvo la concentración, los jugadores se animaban unos a otros y se felicitaban por sus buenas acciones. Todo salía a pedir de boca. Incluso la grada leonesa aplaudía los increíbles mates y tapones del nigeriano Elonu.


Hasta hubo tiempo para que jugara un minuto y medio el joven Javier Marín, que logró un par de tiros libres. La piña al término del partido y el saludo a las decenas de aficionados zaragozanos desplazados hasta León volvían a traer a la memoria otros momentos de gloria de hace dos temporadas. Al final, los reencuentros fueron mucho más agradables para los rojillos. Paolo y Rivero, sin brillar con sus números, colaboraron para sumar un triunfo fundamental, mientras que Urtasun se mostró voluntarioso y poco acertado y Antelo tuvo un buen debut ante su nueva afición.


Eso sí, confianzas las justas, puesto que el primer puesto está ahí pero es compartido. Todavía queda mucho camino por recorrer. Pero todo apunta a que este CAI no cometerá el error de confiarse. A la salida del pabellón los rostros demostraban alegría pero a la vez serenidad. Uno de los dos compromisos complicados a domicilio de esta parte del calendario estaba solventado, y el figurar en la primera plaza resulta placentero pero no es ni mucho menos definitivo. Los protagonistas lo saben y ya piensan en su próximo reto, el de descolgar a Melilla.