El CAI, a pescar en río revuelto

A pescar. A eso va el CAI a Málaga, a pescar un resultado positivo en una complicada cancha como la del Unicaja. Y las aguas están revueltas en la capital andaluza. Los resultados no han sido los esperados, ha habido que cambiar al técnico (se fue Aíto y llegó Chus Mateo), la afición está enfadada y para más inri el pasado jueves se lesionó Robert Archibald en el duelo de Euroliga. Ya se sabe que a río revuelto ganancia de pescadores. Por eso el CAI está al acecho. Sabe que tiene ante sí una gran oportunidad de llevarse el triunfo del Martín Carpena. A pesar de la baja del malagueño Cabezas en las filas rojillas, y la duda de su amigo Pablo Aguilar por un esguince de tobillo, el conjunto de Abós no tiene nada que perder y podría sacar partido de todo ello.

A estas alturas pocos podían esperar el visitar al Unicaja con opciones de sorprenderle. En la jornada inaugural es cierto que los aragoneses tutearon a este equipo de Euroliga, y estuvieron a punto de vencerle. Sin embargo, el paso de los meses debería haber colocado a cada uno en su sitio. El CAI lo está, pero el cuadro malagueño no está cumpliendo sus objetivos. No entró en la Copa del Rey y eso le costó el puesto a todo un Aíto García Reneses. Y para añadirle morbo al duelo de hoy (12.30, Aragón TV) fue un ex rojillo como Chus Mateo el que tomó las riendas de la plantilla andaluza.

No pudo el entrenador madrileño debutar con triunfo ante su público. Lo hizo el jueves en competición europea frente al Caja Laboral con derrota, por lo que hoy estará ansioso por conseguir el primer resultado positivo de su nueva andadura. Precisamente ese encuentro ante los vitorianos despejó algunas dudas de lo que será el Unicaja de Mateo.

El rival de los zaragozanos, para empezar, no podrá contar con uno de sus pivots, el escocés Robert Archibald que se lesionó la rodilla en el choque de Euroliga. Un contratiempo importante que dará más minutos a Freeland y alguna oportunidad de saltar a la cancha del joven Lima. Lo que sí que parece seguro es que la intensidad defensiva de los malagueños va a ir a más. De hecho, el otro día ya se mostraron agresivos y Chus Mateo dejó entrever detalles de sus defensa, como la presión a toda cancha tras tiro libre o una zona con un hombre grande (Jiménez) en medio que se adelanta o se retrasa dependiendo de dónde está el balón. Nuevas propuestas que el CAI ya conoce, pero que podrían sorprender.

Esa capacidad de sorpresa no la tendrá un CAI bastante previsible en el que será duda el ala-pívot Pablo Aguilar. El granadino sufrió un esguince de tobillo esta semana y se ha ido recuperando, pero su presencia en el parquet malagueño no es segura. Una inoportuna lesión teniendo en cuenta los problemas del Unicaja al poste bajo, ya que además de la ausencia de Archibald, el griego Printezis sigue sin ofrecer su verdadero nivel y solo la calidad de Freeland y la casta de Guillem Rubio suman para el grupo.

Lo que sí que parece claro es que la afición local apoyará a los suyos en un momento delicado, a pesar de que acumula varias derrotas seguidas en casa. Y es que es la oportunidad de CAI. La lástima es que no vaya a estar Carlos Cabezas. El lesionado base rojillo viajó con el resto de la expedición, pero no podrá medirse con su ex equipo. Y es una pena porque en la dirección de juego Van Rossom tendrá un intenso duelo con los bases americano Blakney y McIntyre. Para ayudarle estará un versátil Andrés Miso, quien fue el mejor del CAI en Badalona jugando en distintas posiciones, y un Joan Riera en el que Abós parece confiar menos.

Una vez más, el duelo de 'treses' altos (Jiménez-Barlow) despierta la atención y más si cabe por la gran habilidad del local para postear, el punto débil del australiano. También complicado lo tendrá el tirador Quinteros con el 'perro de presa' que le toca en suerte. La defensa del veterano Berni Rodríguez promete ser agobiante para el argentino. Y al poste bajo, otro que regresa a Málaga, Darren Phillip, podrá demostrar que aún sirve para esto, y Hettsheimeir tiene otra gran opción de reivindicarse ante un enrachado Freeland.

Hay que buscar soluciones a todo eso y el CAI sabe dónde están. Para empezar, en una fuerte defensa. Después, en comenzar plenamente concentrado y metido en el encuentro, de tal manera que la parroquia local pueda inquietarse y ponerse nerviosa; y, por último, en la inspiración ofensiva.