BALONCESTO

El CAI no pasa la auditoría de la ACB

Según los auditores de la Asociación de Clubes de Baloncesto, el CAI Zaragoza ha incurrido en una de las causas de disolución de la sociedad: patrimonio neto negativo

Reynaldo Benito, presidente del CAI, junto a Willy Villar, director general del club, en fotografía de archivo.
El CAI no pasa la auditoría de la ACB
JOSé MIGUEL MARCO

El regreso a la liga de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) va a resultar algo más sufrido de lo esperado. Al CAI Zaragoza le han surgido problemas extradeportivos. Derivan de la auditoría de cuentas que efectúa todos los años la propia ACB a sus clubes. El CAI, en estos momentos, tiene encendida ante sí la luz roja del semáforo: no supera el examen de los auditores de la Asociación de Clubes. A los estados de cuentas se les han encontrado problemas de envergadura.

A juicio de los referidos auditores, la sociedad Basket Zaragoza 2002 "se encuentra en causa de disolución". La directiva del CAI conoce el contenido de este informe de naturaleza estrictamente económica desde hace varias semanas. Los componentes del Consejo de Administración, desde hace algo menos tiempo, una vez que les fue remitido desde el club. De acuerdo con los números que baraja la ACB, el patrimonio neto de Basket Zaragoza 2002 está en cifras negativas, en la cantidad de 1,324 millones de euros, circunstancia que es causa de disolución según se recoge en la ley de sociedades anónimas.

Entre los consejeros del CAI, este informe ha sentado como una bomba. No se esperaba en absoluto. Después de años en los que la gestión económica se convirtió en uno de los pocos pilares estables y sólidos del proyecto deportivo, ahora surge una falla de una dimensión considerable. Hasta final de mes, en principio, hay tiempo para intentar solucionar la cuestión.

Un primer movimiento que ha efectuado el CAI Zaragoza es poner en tela de juicio el valor de las consideraciones de los auditores de la ACB. Fuentes del club señalaron en este sentido que no puede darse por plenamente conforme la auditoría de la ACB. De acuerdo con su parecer no refleja de manera fiel la situación patrimonial del club. Se discute principalmente acerca de cómo se activa contablemente el valor de la plaza ACB. El CAI entiende que el patrimonio neto negativo que ahora mismo refleja la ACB no debería ser tan abultado, habida cuenta de que debería aparecer de nuevo en su activo el valor de la plaza que desapareció con el descenso a la LEB Oro.

En tanto una parte y otra debaten esta cuestión, con profesionales de la auditoría de cuentas introducidos en el fragor de la batalla, la situación no ha dejado de provocar incomodidades varias. La primera es obvia. Las relaciones con la ACB, que tradicionalmente han sido buenas, atraviesan por una situación delicada. Más allá de la discusión contable, algunos consejeros ya han apuntado la relevancia que puede alcanzar este tema en las relaciones entre instituciones. La ACB, en todo caso, aún no ha viarado su discurso de fondo. Fuentes de la propia ACB indicaron a este respecto que "la voluntad de la Asociación, dentro del debido respeto a las normas contables generalmente aceptadas, es ayudar a sus asociados a solventar sus problemas". Zaragoza, plaza que estuvo en los momentos fundacionales de la ACB, siempre ha sido mirada con especial delicadeza y atención por Eduardo Portela y sus principales ejecutivos. Para principios de esta semana está prevista una reunión del Consejo de Administración del CAI.