CAI ZARAGOZA

El CAI juega por su credibilidad

Tras las dos últimas derrotas ante Lagun Aro y Estudiantes, el proyecto rojillo se juega su prestigio ante un UCAM Murcia repleto de viejos conocidos.

Entrenamiento del CAI
El CAI Zaragoza debuta ante el Valencia con la ilusión de ganar
GUILLERMO MESTRE

 La ambición y la decepción son dos primos muy cercanos. Las altas expectativas, más cuando nacen desde el propio club, suelen ser un arma de doble filo y, de no refrendarse con resultados, acaban hiriendo a aquel que solo pretendía generar ilusión con ellas. Esta es la situación en la que vive inmerso el CAI Zaragoza tras echar por tierra el discurso de Copa o Playoff con el que empezó el curso tras una serie de malos partidos.


Las derrotas ante Estudiantes y Lagun Aro, vestidas con una pobre imagen en los momentos decisivos del encuentro, han generado varias dudas en torno al equipo dirigido por José Luis Abós. La falta de la competitividad mínima exigible, solo ejecutada en el choque ante el Caja Laboral, es un asunto serio que debe ser reparado con la mayor celeridad posible.


El calendario es caprichoso y, probablemente, no exista un rival menos indicado en la historia de la entidad rojilla ante el que afrontar una situación crítica que el UCAM Murcia. Al menso, en términos históricos. Los pimentoneros se han convertido, por derecho propio, en la bestia negra del club zaragozano. Un título ganado a pulso en dos enfrentamientos de negro recuerdo para los aragoneses. El primero, en el playoff por el ascenso de la temporada 2005/06, cuando el entonces llamado Polaris World asaltó el Príncipe Felipe para retrasar el sueño de la ACB un año más. La segunda, en el mismo escenario, para mandar a los aragoneses de nuevo al pozo de la LEB en la 2008/09.


A la rivalidad generada entre ambos clubes a raíz de los diversos enfrentamientos en LEB y ACB, este año se suma el deseo de revancha que, probablemente, atesoren algunos jugadores de reciente pasado rojillo. Andrés Miso, David Barlow, Pedro Rivero y Sergio Pérez son los ex del CAI que en esta ocasión defenderán el color rojo del Murcia. Una ocasión para reivindicarse ante el que fue su público y los gestores deportivos que desecharon su renovación.


Especialmente inspirado llega el escolta madrileño. Con dos jornadas en plan estelar, llegó a valorar 28 puntos ante el Bilbao Basket, parece haberse asentado como la referencia exterior de su equipo. Un protagonismo del que no siempre pudo gozar en el conjunto aragonés. Junto a él, destacan el irregular James Agustine, capaz de dominar un partido y desaparecer al siguiente, el decepcionante Rob Kurz, que la pasada jornada llegó a pelear por el MVP antes de abandonar el Granada, o el prometedor base Josep Franch, penúltima perla de la siempre fructífera cantera del Joventut.


Bajón general

Tras la inexplicable derrota ante Lagun Aro, con el que se llegó al último cuarto con el partido en el bolsillo, los zaragozanos volvieron a repetir guión frente a Estudiantes. La mala gestión de los instantes críticos parece el principal mal de un grupo que no se reconoce entre los grandes de la Liga Endesa.


Parte de este mal llega a través de las malas decisiones y la precipitación. Habituales frutos de una presión cuya presencia, hasta ahora, y e palabras de José Luis Abós, resultaba “absurda”. El otro factor que atenaza a los rojillos es la falta de puntería desde más allá del arco de 6.75. El triple es un arma fundamental en el juego del CAI, pero los del Príncipe Felipe son porcentualmente el cuarto peor equipo de la Liga Endesa. Chad Toppert, el mejor triplista de la década, ilustra este mal firmando cuatro aciertos de los 15 intentos que ha probado. Una tendencia que debe cambiar.