BALONMANO

El CAI se hace el haraquiri

El conjunto naranja hace el ridículo en Antequera y se aleja de la cabeza de la Asobal.

Jorge Maqueda, en una imagen de archivo
El CAI se hace el haraquiri
EL SOL DE ANTEQUERA

Antequera 36 - CAI Aragón 26

Antequera Jorge Martínez (p), Bojan Stefanovic (6), Nacho Soto (-), Igor Bakic (3), Juanan Ramos (2), Víctor Vigo (3), Chelu Cid (3) -siete inicial-, Rafa Baena (11), Nacho Moya (6), Danimir Curkovic (-), Stevan Vujovic (-), Luis Campos (2) y Yeray Lamariano (ps).

CAI Aragón Pablo Hernández (p), Amadeo Sorli (-), Alberto Val (2), Ivan Stankovic (-), Gabor Grebenar (1), Fredrik Larsson (2), Josep Masachs (6) -siete inicial-, Jorge Maqueda (4), Demetrio Lozano (4), Ruiz Casanova (1), Carlos Prendes (-), Robert Arrhenius (-), Vukasin Stojanovic (6) e Iñaki Malumbres (ps).


Parciales: 3-1, 3-2, 5-4, 10-6, 13-9, 17-11 (descanso), 21-15, 25-17, 27-20, 30-21, 35-23 y 36-26.


Árbitros: Jorge Escudero Santiuste y Jesús Escudero Santiuste. Excluyeron a Stefanovic, Curkovic, Cid; Val, Lozano, Prendes y Masachs.


Incidencias: vigésimo tercera jornada de la Liga Asobal. Se jugó en el pabellon Fernando Argüelles. Alrededor de 2.000 espectadores.


Suicidio en Antequera. Si se tratara de samuráis, se diría que el CAI se hizo el haraquiri. Pero ayer no murió desentrañado gloriosamente ningún guerrero de élite japonés. Más bien, cayó un colectivo pusilánime, un desconocido equipo naranja que apenas se arrastró por la pista. Ningún objetivo deportivo cabe plantearse mostrando actitud semejante. Lo peor es que el CAI reúne aptitud con 'p'. Pero sin actitud (con 'c' de lo que ustedes y yo estamos pensando) no se va a ninguna parte. Ni a la Champions por la vía 'Wild Card' ni siquiera a la sexta plaza de la Asobal. Jugando como ayer, mejor dicho, sin jugar, no solo volveremos a ver la Champions por la tele, sino que el San Antonio puede superarnos en la tabla.


Cuesta razonar como un equipo que no se jugaba absolutamente nada sacó de la pista a otro que se jugaba absolutamente todo. Para explicarlo, convendría agregar a esta crónica la musiquilla de 'Benny Hill'. En algunas fases, fue la risa en camisa. No es ninguna broma. Para quien quiera y sienta este equipo, es para replantearse muchísimas cosas. Además de ideas, faltó hambre, ambición, mal endémico de un colectivo que se exhibe en casa y que se borra fuera, el mismo que supera con bravura al todopoderoso Ciudad Real, y que perpetra una lección magistral de mediocridad balonmanística como la de ayer.


El CAI Aragón no solo se apartó momentáneamente de cualquier ecuación de la Champions, sino que ensució su nombre en su más desafortunada comparecencia de la temporada. Le ganó en todos los terrenos un Antequera repleto de impagados, con trabajadores que no cobran desde octubre y jugadores en busca de un club en el que ganarse la vida. Con Chispi, su mejor lanzador, lesionado, el pivote Rafa Baena asumió la responsabilidad anotadora. Baena completó un partido soberbio (11 goles de 13 lanzamientos), echándole de paso una manita a su próximo equipo, el Reale Ademar de León, al menos hasta ayer rival del CAI en la pugna por la Champions. Cuando digo hasta ayer, me refiero al CAI, por supuesto, que el Ademar sigue a lo suyo. El Antequera eran 'Baena e impagados', un pivote sensacional y un grupo de chavales que se dejaron la piel ante un CAI sin juego y, lo que es peor, sin alma.


Solo disfrutó de una ventaja el CAI. Sucedió en el minuto 10 y 40 segundos: 3-4, en acción de Alberto Val. Eran los minutos de tanteo. Los colegiados, los hermanos Escudero Santiuste, les estaban ayudando un tanto a los andaluces. Por cierto, otro día hablaremos con más espacio y más detenimiento de Escudero, ahora árbitro y ex jugador del Garbel que logró el ascenso a la Asobal hace una década. Se subió y se le dio la papeleta al extemo Escudero. Parece ser que Escudero todavía no se ha olvidado. Por supuesto, ayer no derrotó él al CAI, pero sí lo minó en los escasos minutos en los que estuvo metido en el partido. Al descanso, el encuentro ya estaba roto. Jorge Martínez se movía sobre un 55 por ciento de acierto al cuidado de portal antequerano, Baena era un puñal en ataque, y el CAI fallaba todo lo que intentaba. En serio, yo creo que lo intentaron...


En la reanudación, aparecieron Maqueda y Stojanovic, aunque tampoco demasiado. La mejor aproximación alcanzó los siete goles. En el minuto 57, la ventaja del Antequera llegó al sonrojante registro de los 13 goles (36-23). Masachs y Larsson adecentaron un poquito el marcador definitivo. Escudero también maquilló la estadística al final, e incluso le pito una falta en ataque a Baena. No sería justo acabar la crónica hablando de los árbitros: ayer, el CAI se perdió solo. Cuidado: cuando uno no se exige, se acomoda.