ANTEQUERA 29 - 33 CAI ARAGÓN

El CAI encuentra el sol en Antequera

El conjunto naranja rompe su racha negativa con un triunfo a domicilio que lo devuelve a la lucha por la zona alta de la Asobal.

Toño Cartón se eleva desde el extremo derecho ante Jorge Martínez, meta del Antequera, ayer en el Torcal.
El CAI encuentra el sol en Antequera
ANTONIO J. GUERRERO/EL SOL DE ANTEQUERA

Una solvente comparecencia en el pabellón Fernando Argüelles puso fin a la negra racha del CAI Aragón. Un mechero al fondo del túnel. Por fin, la luz. Victoria clara, rotunda, del conjunto aragonés, que vuelve al redil a tiempo. Restan tres jornadas para el cierre de la Liga Asobal. Citas ante el Ademar, el Reyno de Navarra y el Barça. Nadie ha dicho que la labor de defender una posición de jerarquía en la balonmano español sea sencilla. Eso sí, sin los puntos capturados ayer, prácticamente sería imposible.


El CAI Aragón encontró el sol en Antequera. La frasecita se remonta a hace nada menos que seis siglos. El bastión árabe de Granada, a punto de caer en manos de la España que amanecía para gobernar el mundo. Los árabes estaban rodeados. Cristianos por todos los lados. Igual les daba que el sol saliera por el Levante que por Antequera, igual les daba que les atacaran por un lado que por el otro. Ese sol, la luz de la victoria, la halló ayer el conjunto naranja, que se reengancha a una pugna en la que jamás ha capitulado, aunque sí había manifestado menos vigor en sus últimas actuaciones.


Todo le salió bien al CAI Aragón. Jugó para ganar y por fin los árbitros le dejaron ganar. Exclusiones al margen, Cuevas Mambrilla y la señorita Gracia Sánchez son de lo mejorcito de la Asobal. Jóvenes, sin contaminar, pitan igual en un área que en la otra, igual en el minuto 1 que en el 59. Así, enchufado desde el mismo nacimiento del choque, con un arbitraje por fin competente, los naranjas apenas le dieron opción a un Antequera ya salvado.


Hubo equilibrio en el primer acto. Los 124 kilogramos de humanidad de Rafa Baena nutrieron a los andaluces. El Antequera solo era su pivote. Aun así, aguantó hasta el descenso (15-15). Al CAI Aragón le iba mucho más. Las necesidades, sobre todo al final de curso, suelen determinar los resultados. En la reanudación, los naranjas lo barrieron todo. Salieron desbocados los aragoneses. Baena continuó completando una sobresaliente serie (11 chicharros de 11 lanzamientos), pero el partido tenía dueño. Los puntos viajaban rumbo a Zaragoza.


Apareció Cartón en una esquina (ojo al dato: 9 de 10). Y Arrhenius se los comió a todos enteritos en la línea continua. Y Grebenar emitió señales de vida. Y Casanova, en plan conquistador. Y Stankovic y Maqueda reiteraron su firmeza en el costado de los zurdos. Y por fin Larsson, además de exhibir su rubia cabellera, demostró que sabe jugar a balonmano. Y, por encima de todos, Malumbres, sensacional al cuidado de un portal en el que solo se coló una luz: la luz de la esperanza que ayer nació en Antequera.